La rebelión tuareg precipita un golpe de Estado en Mali

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

STRINGER / Reuters

Una junta militar toma el poder y cierra todas las fronteras del país

23 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos meses de rebelión tuareg en el norte de Mali le han costado el cargo al presidente Amadou Toumani Touré. El motín de los militares descontentos por cómo se está llevando la lucha contra los secesionistas terminó con desembocar en un golpe de Estado. Una junta militar asumió ayer el poder, tras una noche de tensiones y enfrentamientos. Touré permanece en una base en Bamako, la capital, protegido por su guardia personal, los boinas rojas

Las fronteras y el espacio aéreo de Mali han sido cerrados «hasta nueva orden» y la actividad de la capital está paralizada, con calles vacías y soldados patrullando en medio de la incertidumbre sobre el futuro del país. «Mucha gente está escondida en su casa», dijo a AFP por teléfono un habitante.

Algunas fuentes hablan de 50 militares muertos en el asalto al palacio presidencial, pero otras de tan un solo fallecido y un centenar de heridos. Tres ministros, entre ellos el de Exteriores, están detenidos en el cuartel de Kati, donde se inició el motín, según Efe.

A las cuatro de la madrugada, una decena de militares aparecieron en televisión para anunciar la suspensión de la Constitución, la destitución del Gobierno y la instauración del toque de queda. La junta -que se hace llamar Comité Nacional para la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado y está presidida por el capitán Amadou Haya Sanogo- justifica la asonada alegando «la incapacidad» del presidente para resolver la crisis en el norte. La paciencia de los militares se agotó después de derrotas y numerosas bajas a manos de los tuareg y las incumplidas promesas del presidente de darles más armas.

El principal grupo que lucha por la independencia es el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad, apoyado por Al Qaida en Magreb Islámico, otros grupos islamistas, traficantes y exmercenarios.

Consecuencia de la crisis libia

Para los analistas, la rebelión tuareg es una consecuencia directa con la crisis libia. Su catalizador fue el regreso de unos 3.000 experimentados y bien armados tuaregs que habían servido en los batallones de Gadafi.

Todo indica que en esa zona están los dos cooperantes españoles capturados en noviembre del 2011 en el campamento saharaui de Tinduf. El ministro Margallo aseguró a Efe que el golpe «no afecta» a las negociaciones para tratar de liberar a Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández.

El golpe provocó la condena internacional, que exige la vuelta a la legalidad. Francia anunció la suspensión de su cooperación con la antigua colonia.