Los restos de varias víctimas del 11-S acabaron en un vertedero de basura

Efe

INTERNACIONAL

Un informe del Pentágono señala a la morgue de la base militar de la ciudad de Dover

29 feb 2012 . Actualizado a las 00:14 h.

Los restos de algunas víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU que no pudieron ser identificados se enviaron a la morgue de la base de la Fuerza Aérea en Dover (Delaware), donde fueron incinerados y arrojados a un vertedero, según reveló un informe que encargó el Pentágono. El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, ordenó en noviembre pasado investigar la gestión de la morgue militar de Dover, a la que llegan los cadáveres de los soldados muertos en Irak y Afganistán, después de que saliera a la luz el extravío y manipulación indebida de algunos restos.

El informe añade que algunos fragmentos de los restos mortales de víctimas del 11-S que perecieron en el ataque contra el Pentágono y en el avión que se estrelló en el campo de Shanksville (Pensilvania), y que no pudieron ser identificados en su día, fueron enviados en un contenedor a Dover, donde fueron quemados y desechados. El Pentágono reconoció el año pasado después de una investigación interna que extravió partes de cadáveres en dos ocasiones en el 2009, y que manipuló indebidamente otros sin consultar a las familias, por lo que Panetta ordenó crear un comité para analizar la gestión de la morgue y emitir recomendaciones.

La revisión, dirigida por el general retirado John Abizaid, no especificó el número de restos humanos de las víctimas del 11-S que fueron eliminados de esta manera. Según el informe, se trata de restos que no pudieron ser identificados porque eran demasiado pequeños o estaban carbonizados y no se les pudo hacer análisis de ADN.