Los submarinos francés y británico chocaron a unos 360 kilómetros de A Coruña

Imanol Allende

INTERNACIONAL

18 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Pese a que tanto el Gobierno británico como el francés se han mostrado cautos a la hora de ofrecer información sobre el incidente entre dos submarinos nucleares, ayer trascendía a cuenta gotas la información alrededor del suceso. Y entre la que se ha filtrado hay dos datos muy preocupantes: uno, que el accidente ocurrió en el golfo de Vizcaya, y dos, que a pesar de que París lo calificó de «un caso entre un millón», estuvo a punto de convertirse en un desastre nuclear de enorme magnitud.

Los dos submarinos navegaban a escasa velocidad, cuatro millas y media por hora, a unos 1.000 pies de profundidad frente a las costas de Francia, en concreto a la altura de La Rochelle, y a unos 360 kilómetros en línea recta de A Coruña. Aunque no se pueden predecir las consecuencias de un choque, basta saber que cada submarino porta un reactor nuclear en pequeño, y que cada embarcación contaba en el momento del accidente con casi un centenar de cabezas nucleares repartidas en un total de 32 misiles balísticos.

Chernóbil bajo el agua

El ingeniero británico de submarinos nucleares, John Large, no dejó lugar a dudas sobre cuáles podían haber sido las consecuencias de un choque. «Podía haber sido una de las peores catástrofes ocurridas en el mundo, un masivo desastre humano», y agregó que «si el plutonio de los misiles o de los reactores hubiera salido de las naves y entrado en contacto con la atmósfera, habría causado la muerte inmediata de todos aquellos que hubieran respirado la nube tóxica, y producido un enorme aumento de cáncer durante las próximas tres generaciones».

«Solo hay que ver la extensión que alcanzó la nube de Chernóbil para imaginar cuál hubiera sido el efecto en caso de que los dos submarinos hubieran colisionado y se hubieran producido grietas en su fuselaje. Cada submarino nuclear británico contiene un arsenal destructivo superior al arsenal combinado de la RAF, el Ejército de Tierra y el resto de la Royal Navy», añadió.

Los dos Gobiernos investigaban ayer el motivo del accidente, y la teoría que gana más fuerza es que las dos naves tenían el sistema de sonar desconectado.