Segundo juramento tras los errores del martes

La Voz

INTERNACIONAL

23 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Barack Obama juró el cargo por segunda vez después de los errores cometidos durante el acto oficial de investidura en el Capitolio. «Ha sido por precaución», dijo el consejero legal de la Casa Blanca Greg Craig.

A las 19.35 horas del miércoles (1.35 horas de ayer en España) en la sala de mapas de la Casa Blanca, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, preguntó: «¿Está listo para jurar?». Obama, que como senador votó contra la nominación de Roberts en el 2005 para el Supremo, respondió: «Lo estoy, y vamos a hacerlo muy lentamente». Recitando a continuación el juramento a lo largo de 25 segundos.

«Creemos que el presidente juró de manera apropiada el martes-declaró Craig-, pero el juramento aparece en la Constitución, y para ser cautos, porque una palabra estaba fuera de la secuencia, el presidente del Supremo administró el juramento una segunda vez».

Obama pronunció las palabras que lo convirtieron en el sucesor de George W. Bush por primera vez el martes, apoyando su mano izquierda sobre la biblia de Abraham Lincoln. Pero las cosas no resultaron tal como se habían planeado.

La palabra «fielmente»

Bajo la mirada de más de dos millones de personas reunidas en el National Mall de Washington y millones más alrededor del mundo, Obama dijo: «Yo, Barack Huseín Obama, juro solemnemente que cumpliré las funciones de presidente de EE.?UU. fielmente y, en la medida de mis posibilidades, salvaguardar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos. Que Dios me ayude». Pero en la Constitución está especificado de una manera distinta, ya que la palabra «fielmente» precede la frase «cumpliré las funciones».

En el acto oficial, el presidente del Supremo leyó incorrectamente esa parte del juramento. Obama, entonces, se detuvo, aparentemente dándose cuenta que algo estaba mal y, después de un momento, Roberts repitió, pero volvió a sufrir un traspié. Obama finalmente recitó las líneas como las dijo Roberts. Jeffrey Rosen, profesor de Derecho Constitucional, aseguró que el error del presidente no afectaba para nada a la validez de la investidura. «No tiene ningún impacto», añadió.