Día de la Madre: No, no es una fiesta inventada por los centros comerciales

La Voz REDACCIÓN

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Desde la Grecia Clásica hasta la actualidad, la figura materna siempre ha sido protagonistas de una jornada dedicada exclusivamente a ellas

02 may 2016 . Actualizado a las 01:44 h.

Día de la madre. Muchos torcerán el gesto y pensarán que es una fecha más que han creado los centros comerciales para incintar al consumismo masivo. «Otra fiesta más que se han inventado», reflexionará alguno en voz baja. Aunque es cierto que generalmente se cae en las compras y por todos lados aparecen escaparates para intentar captar la atención de los hijos para convencerles de que la mejor opción para su madre es un perfume, un chal o un libro.

Pues no, para los que crean que esta fiesta del primer domingo de mayo nació con el auge del consumismo, aquí derribamos el primer mito. El Día de la madre remonta sus orígenes a la antigua Grecia, así que definitivamente, no, no se lo inventaron los centros comerciales para vender más (aunque sí que es cierto que cada año la fecha se rodea de más consumismo). 

Desde la Grecia Clásica hasta la actualidad, la figura materna siempre ha sido protagonista de un día al año dedicado exclusivamente a la mujer. Esta festividad se remonta a la Grecia Antigua, cuando se le dedicaba un día al año a Rhea, la madre de los dioses. La celebración más parecida al actual Día de la Madre es la que se empezó a celebrar en Inglaterra a principios del siglo XVII. En ella se homenajeaba a todas las madres el cuarto domingo de cada mes. Por aquel entonces, los criados trabajaban fuera de sus hogares, a kilómetros de distancia, pero en esa fecha les permitían volver a sus hogares a estar con sus madres y tenían todos los gastos pagados.

¿Cuáles son los grandes retos?

Sí, es el Día de la madre, pero más allá de conmemoraciones varias, comidas familiares y regalos, también es un día para reflexionar y ver la situación de las mujeres y madres con espíritu crítico. Ser madre en nuestros días nada tiene que ver con la perfección que desde algunos ámbitos intentan mostrar. De hecho el 45 % de las madres asegura que el mayor reto de la actualidad es lograr conciliar vida laboral y familiar. Con la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa, (porque en el hogar ya trabajaban, y mucho), se ha producido un cambio del modelo en el que al final, las mujeres han visto cómo terminan casi duplicando su jornada laboral e intentando estirar al máximo las 24 horas del día para llegar a todo y bien. Y la mayoría de las veces, es imposible. 

Los hijos, el mejor de los regalos

Cada vez son más las mujeres que piensan que el mejor regalo que les ha dado la vida es el de ser madres. Por eso muchas consideran que su principal reto materno es el de amar, criar y educar a sus hijos. No es de extrañar entonces que el día elegido para honrar a la madre, sean los hijos los que más tienen que agradecerle, devolviéndole toda su dedicación en forma de cariño.

Las atenciones y las muestras de afecto propias del Día de la madre no tienen porque suponer, necesariamente, un gran desembolso en la compra de un fantástico regalo, basta simplemente con que cada uno ponga algo de su parte para que el 1 de mayo (se celebra el primer domingo de mayo y este año coincide con el día del trabajo) sea una jornada inolvidable para todos.

«Madre e hijo», de Botero.
«Madre e hijo», de Botero.

Amor maternal

Sin lugar a dudas, lo que una madre aprecia más en tan señalada fecha es la compañía de sus hijos, y hay muchas y muy buenas formas de que mamá se sienta querida, sin obsequios de por medio. Preparar un apetitoso desayuno, especialmente dedicado a ella, puede ser una excelente manera de empezar una buena jornada, sobre todo si lo comparte en familia. Otro detalle muy apreciado, sobre todo si tiene hijos pequeños, es que por el Día de la madre estos le regalen sus dibujos o esas pequeñas obras de arte que suelen confeccionar en el colegio, bajo la atenta mirada de la profesora. Los jóvenes pueden aprovechar su vena sentimental para tocar la fibra sensible de sus mamás. Si buscan en el baúl de los recuerdos seguro que encontrarán algún objeto acertado para regalar en el Día de la madre, una foto de una excursión, su disco preferido, un libro francamente interesante o cualquier detalle que haya tenido algún significado .

Para hacer que ellas se sientan las protagonistas por el Día de la madre, un buen recurso es el de hacer algo exclusivo que les haga sentirse queridas. Alguna comida especial o una actividad que tenga que ver con una de sus secretas aficiones pueden ser las alternativas perfectas a los clásicos regalos.

Oscar Vázquez

Un significado especial

El Día de la madre tiene un marcado carácter sentimental, muy propicio para las confidencias. A lo mejor un buen modo de pasar un rato agradable es sentarse juntas para conversar sobre aquellas cosas que no se tratan si no es en una ocasión especial. Seguro que ellas sabrán escuchar, serán comprensivas y se sentirán felices. La relación entre una madre y un hijo pasa por muy diversas fases. En la infancia, los pequeños de la casa ven a la figura materna como su protectora. En la adolescencia, los hijos acuden a ella, sobre todo, si buscan alguien que entienda sus temores y preocupaciones, porque ya se sabe que madre no hay más que una. A medida que los hijos crecen, prima la ternura y la admiración.

Un caso especial es el de las hijas. Generalmente más unidas y cómplices, también existen épocas de cierta rivalidad entre ellas. Las madres, que siempre quieren lo mejor para su prole, tienden a veces a intentar que sus vástagos no repitan sus mismos errores, y eso se agudiza más en el caso de las mujeres. La idea es siempre intentar evitar el sufrimiento, aunque a veces en ese exceso de celo se cae un la hiperpaternidad. Los expertos alertan de que los niños hoy son víctimas de uan nueva epidemia de sobreprotección que les impide ser autónomos e independientes y les convierte en seres frágiles. 

Cuando los hijos se convierten en padres comienza una nueva etapa. Uno comprende un poco más a los padres y empieza a verse como protagonista de situación que hace años vivió como hijo. En ese momento, sufren una pequeña punzada en el corazón al darse cuenta de que, en algunas ocasiones fueron injustas con sus progenitores, muchas veces especialmente con sus madres, y los comprenden a posteriori. Madres e hijas desarrollan una unión más fuerte aún cuando las segundas se convierten en madres: un lazo invisible las une de una forma más especial aún si cabe. 

Las mujeres, más longevas que los hombres, se convierten con el paso de los años en las matriarcas de muchas familias. Bisabuelas y abuelas unifican a las familias, tanto a las más tradicionales como a los nuevos modelos de familia.

Canciones para una madre

Hay muchas canciones y muy variadas. De todas las épocas y en todos los estilos. En algunas, la inspiración es evidente desde el mismo título. En otras hay que bucear en la letra y conocer algo de la vida personal de los artistas para averiguar la conexión entre madre e hijo. Durante décadas, las madres han sido las protagonistas de canciones de grupos tan conocidos como The Beatles o Pink Floyd, entre otros. Aquí recordamos algunas, aunque enumerarlas todas es una misión casi imposible

«Julia» - The Beatles (1968)

Incluida en el álbum The Beatles (popularmente conocido como el White Album o el Disco blanco, por su carátula), y firmada por Lennon y McCartney (aunque en realidad fue escrita por el primero), Julia es un homenaje a la madre del vocalista y guitarrista de las gafas redondas. Julia murió atropellada por un policía borracho cuando este tenía 17 años.

«Mother» - Pink Floyd (1979)

Uno de los temas más geniales de Pink Floyd en su álbum The Wall. La letra es cosa de Roger Waters, que aprovecha a Pink (personaje protagonista de todo el disco) para filosofear con la sobreprotección materna y la forma que esta puede condicionar a los hijos en el futuro. El tema es un diálogo entre un hijo y su madre en el que él bombardea con preguntas en una estrofa que ella resuelve en la siguiente con respuestas ultraconservadoras. Vamos, las raíces de la hiperpaternidad.

«Maman, maman» - Jean Jacques (1969)

Un niño francés puso patas arriba el Teatro Real de Madrid durante el festival de Eurovisión que se celebró en la capital española en el año 1969 (gracias al triunfo del La, la, la de Masiel en la edición anterior). La canción de Jean Jaques se convirtió en un superventas mundial, pero lo que parecía todo un trampolín para su carrera, acabó convirtiéndose en su tumba. Nada, o muy poco, se supo en adelante de aquel chaval «vestido de comunista», como censuraron algunos de los miembros del ala más conservadora del régimen, que hizo llorar a Europa.

«Marco»

El protagonista de la siguiente canción también tiene 13 años, como Jean Jacques, pero este vive al otro lado de los Alpes. Concretamente en Génova. Se llama Marco y, junto a su mono Amedio, atraviesa el Atlántico para buscar a su madre, enferma, y que unos años antes había abandonado el país. La serie de dibujos japonesa es una adaptación de Marco, de los Apeninos a los Andes, un relato de Edmundo de Amicis en el que utiliza a este niño para abordar la emigración italiana. ¿Quién no ha tarareado la canción de la cabecera?

«Treinta y tantos» - Tontxu (1998)

El cantautor vasco Tontxu le dedica una pegadiza canción a su madre, que no para de cumplir años, aunque se conserva estupendamente. Está mejor que nunca, pero es un poco mentirosilla.

«Lady Laura» - Roberto Carlos (1978)

El cantante y compositor brasileño Roberto Carlos incluye este éxito en su álbum Roberto Carlos, que vendió más de un millón y medio de copias. En alguno de sus multitudinarios conciertos, antes de interpretar esta canción, tiene advertido al público: «Es probable que no llegue a terminar». Y aunque siempre consigue sacarla adelante, es incapaz de contener las lágrimas.

Esta es solo una pequeña selección. Pimpinela también le dedicó una a su madre, que lleva el mismo título Madre. También Víctor Manuel escribió la dura historia de una madre que lo da todo por su hijo: ¿Qué te puedo dar? Y hasta las Spice Girls, ídolos de millones de adolescentes en los 90, le cantaron a quiénes les dieron la vida en Mama