¿Qué pasó en la discoteca Alcalá 20?

M. P. REDACCIÓN, LA VOZ

INFORMACIÓN

El incendio, en el que murieron 82 personas, conmocionó a España y provocó que se abriese un debate, que nunca ha cesado, sobre las medidas de seguridad en los locales de ocio nocturno. La serie «Cuéntame» recrea en el último episodio de la temporada la tragedia

22 may 2015 . Actualizado a las 02:37 h.

El nombre Alcalá 20 está ligado a la tragedia. En esta discoteca, una de las más conocidas de los años de la movida madrileña, murieron 82 personas en un incendio el 17 de diciembre de 1983. Esa noche cientos de personas (la organización habló de unas 150 pero los que estaban allí dentro contaban que casi un millar) se encontraban en el interior de esta discoteca, bautizada en aquellos años como «La discoteca de la movida». Antes de la Alcalá 20 allí había estado el Cabaret Lido, inaugurado en 1927. El local había sido remodelado por completo hacía unos meses y nada hacía presagiar a los jóvenes que disfrutaban de la noche madrileña de aquel sábado lo que estaba a punto de pasar sobre las 4.30 de la madrugada.

Un cortocircuito provocó un incendio que rápidamente prendió en las cortinas y los tapices cercanos al escenario y en poco tiempo dejó la discoteca Alcalá 20 a oscuras y llena de humo. El local, situado en calle Alcalá, se convirtió en minutos en una trampa mortal para muchos de los que se encontraban allí al no contar con salidas directas a la calle, las vías de evacuación eran interminables, había deficiencias en las escaleras, las puertas no eran reglamentarias y se encontraban cerradas con candados, y no había salida de humos.

Alguien gritó «fuego, fuego» pero muchos creyeron que se trataba de una macabra broma y suguieron bailando ajenos a lo que ocurría. Poco después el local estaba ya lleno de humo y los asistentes comenzaron a correr hacia la salida, pero el pasillo y la zona del ropero eran demasiado estrechas para acoger a esa cantidad de gente por lo que se produjeron varias avalanchas y algunos de los jóvenes murieron aplastados.

«No se veía ni un palmo y muchos se equivocaron y se metieron por ejemplo en el guardarropa, donde quedaron amontonados unos encima de otros. Cuando pasé por allí creí que pisaba abrigos, pero enseguida vi que eran personas fallecidas, unas treinta», relataba a EFE el entonces jefe de guardia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Jose María Pérez Soria. Recuerda que al llegar al lugar «ni se imaginaba» lo que se iba a encontrar dentro. La sala, ubicada en un segundo sótano, estaba «perfectamente iluminada por las llamas y aparentemente vacía».

Otro de los bomberos, Francisco Gallego Clavero, que en el momento de la tragedia tenía 35 años, recuerda en El País que «yo alumbraba con una linterna de petaca que llevábamos entonces mientras mis compañeros sacaban los cuerpos. Afuera esperaban familias y amigos. Fue un palo muy fuerte porque casi todo el mundo murió por asfixia».

En medio de la tragedia de Alcalá 20 se erigieron héroes anónimos que perdieron la vida ayudando a los demás. Uno de esos casos es el de Francisco José Tortosa, un joven fotógrafo natural de Melilla que pese a que logró salir por sus propios medios de la discoteca volvió a entrar para intentar ayudar a otras víctimas. Logró salvar varias vidas pero su nombre pasó a formar parte de la lista negra de las 82 personas fallecidas.

Unos días después del incendio en Alcalá 20, con una España conmocionada por las dimensiones de la tragedia, se abrió un debate social y político sobre la seguridad en los locales de ocio nocturno. La justicia tardó diez años en condenar a los cuatro propietarios del local a dos años de prisión por un dleito de imprudencia temeraria con resultado de muerte. La misma pena recayó en Ricardo Herranz, exmiembro de la Junta de Espectáculos del Ministerio del Interior, y en Miguel Gabaldón, instalador técnico autorizado por el Ministerio de Industria. El tribunal absolvió al concejal del Área de Seguridad, Emilio García Horcajo, al considerar su desconocimiento al respecto, ya que pocas semanas antes del siniestro se le habían entregado las competencias.

Más de treinta años después las víctimas aún no han superado esta catástrofe, que se convirtió en una de las peores de la historia de la ciudad de Madrid. Purificación perdió a su hermana en Alcalá 20, la tragedia fue aún peor, ya que su padre trabajaba como portero en el edificio justo encima de la discoteca. «Lo hemos llevado muy mal. Han sido 30 años horribles. Cada día me acuerdo de lo que pasó y nunca se me va de la cabeza», confesaba en El País.

Una macabra coincidencia

La catástrofe en la discoteca Alcalá 20 regresó a la memoria de muchos tras la tragedia ocurrida en el Madrid Arena. Y además de la muerte de cinco jóvenes aplastadas en una avalancha cuando intentaban salir del local existe otra macabra coincidencia. Ambas historias tienen como nexo común a Miguel Ángel Flores. El organizador de la fiesta del Madrid Arena reabrió la discoteca Alcalá 20, la misma dirección donde se encuentra el Teatro Álcazar, en enero del 2010 bajo el nombre de Adraba, el nombre de la calle a donde da la salida trasera del local.

La tragedia en el Madrid Arena se saldó con la muerte de cinco jóvenes: Cristina Arce, Katia Esteban, Rocío Oña, Belén Langdon y Teresa Alonso, que se vieron atrapadas bajo una «muralla humana» que ejerció una presión letal sobre sus cuerpos. Más de dos años después de la tragedia aún no se ha celebrado el juicio en el Miguel Ángel Flores es el principal acusado, para el que la Fiscalía pide cuatro años de cárcel. Además solicita tres años de cárcel para otros once procesados, responsables de la organización y la seguridad del evento, y dos años y medio para los doctores Simón y Carlos Viñals, encargados de la enfermería del Madrid Arena. Por su parte las acusaciones particulares elevan la petición para el empresario a hasta 20 años.

Fuera de España han ocurrido otras tragedias de corte similar en los últimos años, como la ocurrida en una discoteca de Brasil, donde perecieron más de 230 personas en enero del año 2013. Se trataba de la Kiss, situada en Santa María, al sur del país, que contaba únicamente con una puerta de salida, bloqueada por los porteros para evitar que los allí presentes se fuesen sin pagar, pensando que se trataba de una pelea. La mayoría de ellos murieron por asfixia, como en Alcalá 20.

Cuéntame recrea este jueves la tragedia de Alcalá 20

Cuéntame cómo pasó recrearon en el último capítulo de su temporada número 16 la tragedia de Alcalá 20. La familia Alcántara fue testigo del incendio, en un capítulo titulado La noche no es para mí. Antonio, Mercedes, Carlos, Inés y su novio José Ignacio, Nuka, Josete y Karina acudieron a la sala de fiestas tras la presentación del libro de relatos en el que había participado Carlos Alcántara. Allí el joven se enteraba que David iba a publicar una nueva novela y para su sorpresa era la suya.

El último capítulo de la temporada fue dirigido por Óscar Aibar y el guion fue obra de Curro Royo. «He consultado prensa, informes periciales, programas de TVE, como Informe Semanal y Telediarios y, por supuesto, testimonios de supervivientes», ha explicado Royo.

Ante la imposibilidad de rodar en la calle Alcalá, se construyeron para la ocasión decorados que reproducen el interior y exterior de la desaparecida discoteca en un espacio de más de 300 metros cuadrados. En el rodaje, realizado de noche, intervinieron 270 figurantes y los bomberos que aparecen en la grabación fueron dirigidos por un responsable en activo en los años ochenta, que recurrió a la hoja de servicio de aquella noche para reconstruir algunas de las acciones.

«El principal reto es conseguir que el espectador viaje con los protagonistas a aquel diciembre del 83 y que sienta junto a ellos la sensación real de vivir aquel increíble hecho histórico que tanto marcó a los madrileños. Para mí, como director, lo más importante ha sido intentar recrear las emociones, lógicamente cargadas de un hondo dramatismo y de una tensión constantes, manteniendo un profundo respeto por las víctimas y los familiares de los que tuvieron la desgracia de vivir aquellos momentos, e intentando en todo momento no ofenderles ni a ellos ni a ningún espectador», explica Óscar Aibar. Además señala que es uno de los capítulos más importantes de la temporada «en él la serie no sólo da un paso adelante en cuanto a medios, sino que también se reencuentra con los mejores momentos interpretativos de sus protagonistas que, y puedo asegurarlo de verdad, lo han dado todo en este rodaje».

Los Alcántara, en la tragedia de la discoteca Alcalá 20.
Los Alcántara, en la tragedia de la discoteca Alcalá 20. Pope | EFE

Curro Royo cree que este final «es un cierre perfecto para la temporada. Ha supuesto a todos los niveles un tremendo esfuerzo, pero una serie como la nuestra puede y debe hacer capítulos como estos, en los que la familia Alcántara está en el epicentro de los acontecimientos que marcaron nuestra historia. Sigue siendo un privilegio escribir una serie tan querida por el público, y estar acercándonos a los trescientos capítulos sin perder la voluntad de seguir subiendo el listón y seguir desafiándonos a nosotros mismos».

Los Alcántara, en la tragedia de la discoteca Alcalá 20.
Los Alcántara, en la tragedia de la discoteca Alcalá 20. Pope | EFE

Cuéntame despidió así su temporada número dieciséis en la que ha mostrado el apogeo de la movida madrileña, los problemas de la drogas centradas en el personaje de Luis, la reconciliación de Mercedes y Antonio, la guerra sucia contra ETA con la irrumpción de los GAL, la despedida al personaje de Desi o la vuelta al barrio de Paquita y Nieves. Su protagonista, Carlos Alcántara se ha centrado en su faceta como escritor e inició una extraña relación con Nuka, interpretada por la actriz Carla Nieto, pareja de Risto Mejide. Cuéntame ha contado con una competencia muy dura, primero con Gran Hermano VIP y ahora con Supervivientes, además de la irrupción de la serie Refugiados. Su audiencia media es ha sido de un 17 % del share, aunque ha tenido capítulos donde ha registrado datos más bajos, rondando el 14 %, muy lejos de las cuotas de pantalla que superaban ampliamente el 20 %. La serie ha sido renovada por una temporada más, que se emitirá en el 2016.