La Hora del Planeta completa su «vuelta al mundo» reivindicativa

La Voz REDACCIÓN

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Apagón en Sidney
Apagón en Sidney DAVID GRAY

Países y ciudades de todo el mundo apagan sus luces entre las 20.30 y las 21.30 horas contra el cambio climático

24 mar 2013 . Actualizado a las 00:20 h.

La Hora del Planeta completa su vuelta al mundo reivindcando un entorno más sostenible y en contra del cambio climático. Samoa ha sido el primer país en quedarse a oscuras con motivo de la Hora del Planeta, que como cada año desde hace siete invita a que países y ciudades de todo el mundo apaguen sus luces entre las 20.30 y las 21.30 horas (hora local) en señal de compromiso en con el medio ambiente.

Con sus monumentos más emblemáticos completamente a oscuras, encendido de velas y también de osos pandas con energías limpias, más de 200 ciudades de España han respaldado la Hora del Planeta contra el cambio climático. Empresas, colegios, universidades, asociaciones, sindicatos y partidos han participado en esta iniciativa global. Una de las acciones centrales de la jornada ha tenido lugar frente al Palacio Real de Madrid, en la Plaza de Oriente, con un baile para celebrar la hora previa al apagado. A su término, se ha procedido al encendido de la silueta de un panda -logo de WWF- con energía limpia generada por bicicletas, mientras la Puerta de Alcalá, La Cibeles y el Museo del Prado se quedaban a oscuras.

En Barcelona, una treintena de edificios, entre ellos la Sagrada Familia, el Castillo de Montjuïc o la Torre Agbar, se han apagado, y a las 20.30 horas el monumento de Gaudí ha pasado de la luz a la oscuridad en un segundo lo que ha sorprendido a algunos transeúntes. En Valencia también le ha dado al interruptor de las Torres de Serranos, el Palacio de Congresos y el Hemisfèric de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, entre otros.

Entre otros monumentos, La Giralda, de Sevilla, y el Monasterio de Yuste, en Cáceres, (Patrimonio de la Humanidad), han anunciado su participación por primera vez. Según Red Eléctrica de España, la demanda de energía eléctrica a las 20.30 horas, momento de arranque de la Hora del Planeta, ha sido de 31.157 megavatios, lo que ha supuesto un descenso de 1.205 megavatios en relación al sábado pasado a la misma hora (32.362). El año pasado a las 20.30 de la Hora del Planeta la demanda fue de 26.902 megavatios, y supuso un descenso de 3.982 megavatios, en comparación con el sábado anterior

Hora del planeta mundial

Un año más, miles de ciudadanos en todo el mundo han sido convocados a celebrar esta efeméride, el acto de apagar las luces de casa, pero también de edificios públicos y monumentos para recordar lo efímero de nuestra Tierra y la necesidad de protegerla. En Nueva Delhi, la mayoría de los edificios monumentales, como el Fuerte Rojo o la Tumba de Humayun, quedaron a oscuras a las 20.30 hora local, momento de inicio de la convocatoria de la hora del planeta.

En Bombay la hora del planeta tuvo algo más de lustre, pues la iniciativa recibió el apoyo de estrellas de la industria cinematográfica de Bollywood, como Ajay Devgh, quien aseguró que «la acción de todos marca la diferencia», señaló IANS. La hora del planeta no tiene en la India el mismo seguimiento que en otros lugares del mundo, principalmente porque los accesos a la electricidad son complicados para gran parte de la población, sobre todo en las áreas rurales.

Por quinto año consecutivo, las grandes ciudades chinas se unieron también a la hora del planetaapagando las luces de la Gran Muralla, los edificios coloniales del centro de Shanghái y otros monumentos. También el Estadio del Nido y el Cubo de Agua, en la zona olímpica de Pekín, o el puente sobre el río Yangtsé, en Wuhan, se oscurecieron entre las 20.30 y las 21.30 hora local para sorpresa de muchos turistas. China es el mayor consumidor de energía del mundo.

La Hora del Planeta ha llegado también a Nueva Zelanda, Fiyi y Australia (donde su famosa ópera se quedó a oscuras), a los que inmediantamente siuieron Filipinas, Singapur o Indonesia. Japón apagó sus luces poco después de Australia. Las iluminaciones de la Torre de Tokio fueron apagadas mientras que se invitaba a los visitantes a pedalear en bicicletas para generar energía iluminando así una obra de arte en forma de huevo. El lema del 2013 es «Yo lo haré, si tú lo haces», una invitación, de acuerdo con uno de los cofundadores de la iniciativa, Andy Ridley, a la imaginación y la solidaridad de todas las personas para que hagan lo que puedan, en solitario o en grupo, para garantizar el futuro sostenido de la Tierra.

En Europa, Francia se ha sumado con 105 ciudades y en la capital París, la Torre Eiffel no ha acudido a la cita con este evento de carácter ecológico, ya que la dama de hierro está todavía abierta al público a esa hora, por lo que apagarla entrañaría problemas de seguridad. Pese a la noche gélida en Berlín -con temperaturas de 10 grados bajo cero- decenas de personas acudieron a ver en directo el apagón de la Puerta de Brandeburgo. En Italia, edificios, sedes de instituciones públicas y privadas, y 280 ayuntamientos, entre otros, se han sumado a la Hora del Planeta, y entre los monumentos más emblemáticos se ha quedado a oscuras el Coliseo de Roma.

EL Partenon de Grecia, el estadio nacional en Polonia, y el Kremlin en Moscú, también han accionado el interruptor. En Teherán ha sido la torre Azadi o Torre de la Libertad en persa, la que se ha quedado a oscuras, y en Kuala Lumpur, las Torres Petronas. Palestina, Túnez, Galápagos, Surinam, La Guyana Francesa, Santa Elena y Ruanda participan por primera vez. Además y según WWF, la hora contará con el apagón del Puente del Bósforo; la Estatua de David; la estatua de la Sirenita en Copenhague; los Palacios de Westminster y Buckingham; el neoyorquino Edificio Empire State o las Cataratas del Niágara. Las principales novedades de esta edición de la Hora del Planeta son la adhesión del Kremlin y la Plaza Roja de Moscú, así como el Vaticano, tras el nombramiento del nuevo papa Francisco.

Un acto simbólico pero con trasfondo

La presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la ecuatoriana Yolanda Kakabadse, considera que más allá del «significado simbólico» de La Hora del Planeta,esta campaña tiene un «significado real», que son las transformaciones medioambientales que le seguirán. «Hacer que el público en general, niños, adultos, piensen durante el acto de apagar la luz en que están contribuyendo con el Planeta es muy importante. Es un acto simbólico, pero tiene un trasfondo. Porque lo que viene después es la pregunta, ¿qué puedo hacer de verdad?», explicó Kakabadse. «Es una fiesta simbólica y eso es importante para todos. Pero tiene un impacto, porque durante esos sesenta minutos se puede reflexionar sobre qué puedo hacer en lo cotidiano. ¿Cerrar el grifo? ¿Apagar la luz en las habitaciones que no use? ¿Usar el transporte público?», agregó.

En su última edición, en el 2012, la Hora del Planeta congregó a más de 7.000 ciudades en 152 países, y se apagó la luz de monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel en París, la Sagrada Familia en Barcelona, el Empire State en Nueva York, la Muralla China, el Big Ben en Londres, las Torres Petronas de Kuala Lumpur, el Obelisco de Buenos Aires o el Machu Pichu en Perú.