Mary Leakey, la gran dama de la arqueología

La Voz REDACCIÓN

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La mujer a la que Google homenajea hoy en su logotipo fue una destacada paleontóloga británica que descubrió el primer cráneo de simio fósil, un gran hito en el estudio de la evolución humana

06 feb 2013 . Actualizado a las 16:26 h.

La paleontóloga Mary Lakeay, que falleció hace 16 años, el 13 de noviembre de 1996, cumpliría hoy cien años, motivo por el cual Google ha decidido transformar su habital logotipo en uno de sus doodles ilustrados que, evocando los trabajos arqueológicos de la británica, le rinde un especial homenaje a una mujer que marcó un antes y un después en el estudio de la evolución humana. ¿Pero qué fue lo que Mary Lakeay encontró para convertirse en una de las paleontólogas más importantes de la historia? A finales de la década de los 50, Mary Lakeay se trasladó junto a su marido, el también arqueólogo Louis Leakey, a una zona rica en yacimientos arqueológicos del continente africano, donde descubrió fósiles capaces de demostrar que los orígenes humanos se remontaban hacia épocas más antiguas de lo que hasta ese momento se creía.

Mary Nicol, nombre de soltera de Mary Lakeay, conoció y se enamoró del investigador Louis Leakey durante una conferencia en 1933. Juntos iniciaron una aventura personal y profesional en Kenia y Tanzania e, incansables, se entregaron al estudio paleontológico de un área de África que desveló la existencia de especies desconocidas hasta entonces. Fue en el año 1949 cuando Mary Lakeay dio en Olduvai con el cráneo del Australopithecus boisei, un antepasado del hombre moderno de 1,75 millones de años de antigüedad que vivía en un entorno seco y se alimentaba a base de vegetales duros, para lo que desarrolló un potente aparato masticador destinado a triturar semillas y raíces. Inicialmente, Louis Leakey clasificó esta especie como Zinjanthropus boisei; boisei por el antropólogo Charles Boise; zinj, una antigua palabra para designar a África Oriental y anthropus, que significa hombre. En 1969, uno de los tres hijos de la británica y el paleontólogo, Richard Leakey, encontró en Koobi Fora, cerca del lago Turkana, otro cráneo de esta especie exinta de homínido. Fue solo el primero de los muchos y relevantes descubrimientos de la familia Leakey que vendrían después.

Mary Lakeay, a la que muchos bautizaron como «la gran dama de la arqueología», continuó trabajando años en la garganta de Olduvai, donde encontró, además de un cráneo menos robusto que el primero perteneciente a un Homo habilis, huesos de una mano prehistóricos y el cráneo de un Homo erectus, de un millón de años de antigüedad. Después de que Louis Leakey muriese, Mary Lakeay y su equipo realizaron el que podría considerarse como su hallazgo más importante: un rastro de pisadas de homínidos en Laetoli de hace 3,5 millones de años que dan fe de que ya entonces caminaban erguidos.

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