Rianxo es un municipio con una gran tradición celtista que se mantiene con el paso del tiempo
21 jun 2016 . Actualizado a las 16:47 h.Años 60. No eran pocos los rianxeiros que cuando había partido en Balaídos cruzaban la Ría en barco hasta Vilagarcía para allí coger el tren con destino a Vigo. Son algunos de los primeros recuerdos relacionados con el equipo de secretario desde su fundación, en 1996, de la Peña Celtista Rianxeira, Enrique. Después de que en los 70 hubiera un grupo organizado pero no federado, fue a mediados de los 90 cuando nació la agrupación actual, de las más antiguas. «Siempre hablábamos de que no había ninguna peña aquí con tanta tradición celtista que había de siempre. Y entre cinco amigos muy aficionados la fundamos», recuerda.
Aunque ahora rondan el centenar, en sus comienzos llegaron a ser una de las peñas más cuantiosas de la familia celtista con 300 miembros en el primer año. «Hasta ese momento había gente que se reunía para ver los partidos, pero nada organizado, y se echaba de menos», señala. Pero aparte de seguir los encuentros del Celta por la tele, también comenzaron enseguida a organizar viajes a Madrid u Oviedo, sin olvidar los desplazamientos a Balaídos. «Desde el primer momento se compraron unos cuantos carnets y se iban sorteando entre los peñistas, algo que seguimos haciendo ahora», relata.
En los inicios pagaban una cuota de 3.000 pesetas que actualmente está en 25 euros. Aparte de vecinos rianxeiros -hombres y mujeres de muy diversas edades-, cuentan también con gente de Vilagarcía, Boiro, Dodro, Santiago, Catoira, Caldas, A Pobra, Ribeira, Pontecesures, A Estrada o Cuntis. «Es complicado reunirnos todos al estar tan desperdigados», comenta. Por eso actualmente los representantes de la peña en Balaídos -nunca faltan un buen puñado de miembros- suelen acudir en coches particulares. «Antes íbamos en un autobús que costeábamos nosotros, no había las rutas que ahora pode la Federación», recuerda.
Tienen su sede en el restaurante Feliciano, el lugar alrededor del cual ha girado su actividad casi desde los inicios. «De los 20 años que cumplimos, quitando el primero en que estuvimos en otro bar propiedad de un miembro de la directiva, siempre hemos ido allí a hacer las juntas, a ver los partidos... La mayoría de los peñistas suelen parar mucho por allí». No faltan los deportivistas en la localidad, pero «Rianxo siempre fue mucho más celtista» y mantienen un «pique sano». «Este año y el pasado nos reímos bastante con ellos», cuenta entre risas.
Reconoce Enrique que la peña se resintió un poco en la época de Segunda, pero más porque «coincidió con los peores momentos de la crisis económica» que porque cayera el interés por el equipo. «Para qué mentir, en los últimos tiempos estamos un poco apagados, aparte de muy raspados de dinero. Precisamente estamos pensando en hacer algo para celebrar el vigésimo aniversario y en la próxima junta lo decidiremos».
El himno de las grandes gestas
La canción que el celtismo entona en las grandes celebraciones es la Rianxeira, algo que para los miembros de esta peña supone todo un orgullo. «La Rianxeira es de todos, pero sí que es verdad que cuando suena parece que te están cantando algo tuyo y siempre gusta», recalca. Recuerda, asimismo, que con el anterior presidente el equipo acudió varias veces al municipio para hacer ofrendas a la Virgen de Guadalupe. «También hubo varios jugadores que vinieron en alguna ocasión, como Pinto, Giovanella, Catanha... Pero el más pavero y el que más caló fue Jesuli, un parrandas».
