Los «otros» nombres celestes

ZONA CELESTE

Mostovoi siempre ha sido conocido en Vigo como El Zar.
Mostovoi siempre ha sido conocido en Vigo como El Zar. XULIO VILLARINO

Multitud de jugadores han sido conocidos en mayor o menor medida por sus apodos, ya fueran puestos en Vigo o llegaran al equipo con ellos

22 jun 2016 . Actualizado a las 18:24 h.

Actualmente entre los integrantes del Celta están O Gato de Catoira -Sergio-, El Poeta o El Histórico -Orellana-, el Tucu -Pablo Hernández-, Air Beauvue o SuperGuidetti -John Guidetti-. Son ejemplos de sobrenombres que alguien, o incluso ellos mismos -Drazic se autodenominó en Instagram Draziño-, se pusieron en algún momento y por los que se les ha pasado a conocer en mayor o menor medida. A lo largo de la historia del Celta ha habido muchos futbolistas apodados con motes que o bien ya les acompañaban a su llegada o bien se acuñaron en Vigo.

El meta céltico Sergio Álvarez es 'O Gato de Catoira'
El meta céltico Sergio Álvarez es 'O Gato de Catoira' Oscar Vazquez

Uno de los más reconocibles seguramente sea el Zar, apelativo utilizado para hacer referencia al considerado como uno de los mejores jugadores de la historia del club, Alexander Mostovoi. Su talento y su origen ruso están detrás de este bautizo del mediapunta nacido en San Petersburgo. Los mismos parámetros llevaron a la afición valencianista a ponerle aquello de El Romario de Aldaia a Juan Sánchez. O a David Silva El Mago.

Los argentinos Fernando Cáceres y Augusto Fernández compartían su apelativo de Negro, mientras que su compatriota y actual entrenador, Eduardo Berizzo, responde por Toto. Otro argentino con pasado céltico -aunque más lejano- y sobrenombre es Carlos El Loco Fenoy, en alusión a su peculiar carácter -no era su única rareza, también el hecho de ser un guardameta que lanzaba penaltis-.

Manolo ha pasado a la historia como 'El Gran Capitán'
Manolo ha pasado a la historia como 'El Gran Capitán' No disponible

Vicente y Manolo comparten el apodo de El Gran Capitán, que de manera menos frecuente se ha usado también para Borja Oubiña-. Y a Pichi Lucas pocos le conocen por Argimiro después de haber adoptado esta doble referencia a su faceta goleadora -pichichi- y su padre -Lucas-. Su fiabilidad y regularidad le valieron a Eusebio Sacristán el ser apodado Diésel, como Manolo Jiménez respondía a Filomatic por su parecido con Miguel Gila, que en aquella época protagonizaba un anuncio de esa marca de maquinillas de afeitar.

Uno de los históricos, Manuel Fernández Fernández, es para todos Pahiño por sus escapadas a la playa para dar patadas al balón cual ave que recibe ese nombre. Otros excélticos identificados con animales fueron la Gaviota Catanha -por su manera de celebrar los tantos- o el Cuervo Gustavo López. «Me lo pusieron Dany Garnero, Desio, toda esa banda del Rojo, por un dibujito animado que se me parecía. Todavía me llaman así cuando nos vemos», confesó en una entrevista.

Catanha se ganó su sobrenombre por su manera de celebrar lo goles
Catanha se ganó su sobrenombre por su manera de celebrar lo goles Oscar Vázquez

La fortaleza física del céltico que sigue ostentando el récord de precocidad a la hora de debutar en la Liga,Francisco Bao Rodríguez, le valió el apelativo de Sansón, mientras que José Gil Gordillo era el Flaco y a Otero se le llegó a conocer como O Neno y a José Carlos Suárez como el Nené Suárez o el Nené de Castelos. Y en el caso de Quique de Lucas su apariencia física se tradujo en que algunos le vieran como el Brad Pitt español, lo que a su vez generaba el cántico «De Lucas qué guapo eres». Su manera de ser fue el detonante para que algunos llamaran Pachorras a Trashorras y Horchatas a Jorge Larena.

A AntonioVázquez Trujillo (céltico entre 1967 y 1974) se le llamaba Canario por haber nacido en Tenerife. Igualmente, a Esteban Arrizabalo (defensa céltico de los 40) le quedó Deva por su lugar de origen. Sebastián Méndez llegó ya siendo el Gallego porque así le conocían en su país. Como en Chile a Pinilla le dieron el sobrenombre de Pinigol.

Aparte de El Poeta y El Histórico, Orellana también es concocico como Calimero
Aparte de El Poeta y El Histórico, Orellana también es concocico como Calimero Oscar Vazquez

Jota Peleteiro se hace llamar a sí mismo King Jota -es, de hecho, su usuario de Twitter-, y José Manuel Pinto adoptó el pseudónimo de Wahin para la carrera musical que emprendió ya retirado del fútbol. A otros los motes se los pusieron en el vestuario. Orellana, aparte de los que traía de Chile, recibió en Vigo por parte de sus compañeros el de Calimero por su fama de introvertido. Y a Madinda le rebautizaron como José Luis. En el caso de Pape, como él mismo contó, fue Berizzo quien comenzó a dirigirse a el como La Pantera.

Hay jugadores a los que prácticamente se les conoció solo por su sobrenombre, como Capucho (Nuno Fernando Gonçalves da Rocha), Nené (Anderson Luiz de Carvalho ), Baiano (João Fernando Nelo) -porque un entrenador le llamó así pensando que era de Bahía- o Mazinho.

La lista se completa, entre otros, con Moska (Ángel Vélez Rojo) , Zamorita (Manuel Rodríguez Rial), Gaitos (Rogelio Bernárdez García ), Mekerle (Germán Waidele) o Chicha (Manuel Gestoso) a modo de apelativos por los que se conocía a esos futbolistas más que por sus nombres. Y con un uso más puntual, están otros recientes como Talentoni (Toni Dovale), el Genio de Moaña (Aspas), el Tigre de Beramiráns (Túñez), la Galerna del Calvario (Roberto Lago), Cañete (Cañizares) o Supermario (Bermejo).

La afición solía referirse a Papadopoulos abreviando en 'Papa'
La afición solía referirse a Papadopoulos abreviando en 'Papa' XOAN CARLOS GIL

Más allá de los motes, infinidad de jugadores han sido conocidos por abreviaturas de sus nombres: desde Quinocho a Nolito pasando por Rafinha, Mazinho, Lolín, Yayo, Jesuli, Michu, Míchel, Sylvinho, Geli, Jandro, Josema, Nolete o Ito. La afición se encargó de abreviar a Papadopoulos para dejarlo en Papa.

Sin ser un mote, a Perera le cantaba aquello de 'Bota de Oro' y a Joan Tomás «Joan qué tomas» o «dónde está el coche» tras su incidente en una noche de marcha. En Balaídos se oyó incluso aquello de «gol de Demidov», siempre tirando de ironía a cargo de Lío en Río.