«Todo el celtismo lo merecía»

ZONA CELESTE

RODRIGO OTERO

La afición analiza un curso para el que se le agotan los calificativos positivo

22 may 2016 . Actualizado a las 16:38 h.

A alguien que pisa el césped de Balaídos con una camiseta, bufanda o bandera del Celta en mayo del 2016 es imposible borrarle la sonrisa de la cara. La prueba son representantes de las peñas Afouteza, Carcamáns, Celtílikos, Centolos, Chicago 1970, Gudelj-Vigo, Hordas, Irmandiños, Lechuzas, Natxo Insa, Preferencia, Sempre Pahiño, Tabernícolas y Teixugos que hicieron balance in situ de una temporada para la que se les acaban los calificativos positivo.

Sobresaliente, execelente, espectacular, impensable, excepcional o soñada son algunos de los más repetidos. «Hemos hecho un juego que ha impresionado no solo a los celtistas, sino a España y a Europa», señala el miembro de Irmandiños José Alonso. Destacando momentos imborrables como el que define como Guidettazo al Atlético -«cosas que contaremos entre copas en unos años»-, se remonta a cuando al inicio de temporada preocupaba la plantilla corta y se hablaba de media tabla o de tirar la Copa. «¡Y mira donde llegamos en las dos competiciones».

Si algo tiene claro la afición es que el éxito ha venido dado por un trabajo colectivo, como recuerda Víctor, de Carcamáns. «Europa es el premio al trabajo bien hecho, desde los despachos hasta Edu, el utillero, pasando evidentemente por el gran rendimiento de la plantilla». Partiendo de la base de que cotas tan altas no pueden convertirse en un deber para los celestes a día de hoy, apunta que a partir de ahora será importante «no perder la perspectiva, saber que no es una obligación pelear por ganar la Europa League ni clasificarse de nuevo entre los seis primeros». 

La posición en la tabla les ha sorprendido a unos más que a otros. La mayoría lo veían venir, como Alejandro Ardid, de Lechuzas Celestes. «Aposté con un amigo una comida en un buen restaurante de la ciudad y me la quedo yo. Él colocaba al Celta octavo o noveno y yo decía que quinto o sexto», celebra satisfecho. En su memoria esta quedará guardada como «una temporada de diez». «No se puede pedir más al equipo. Es cierto que se falló en partidos en los que había que haber puntuado, pero también se ganó al Barça y se puntuó en campos en los que no se contaba», comenta.

Los más exigentes o ambiciosos dejan la nota del curso en un «notable alto», como Hugo Estévez, de Centolos Celestes. «Quizá la perfección sería ir a la Champions o llegar a la final de Copa. Falló la ida frente al Sevilla, con esos quince minutos desastrosos en los que nos cogieron en las patatas con contraataques con los que sentenciaron», rememora. Pero eso no significa que no esté orgulloso como el que más, incluso de esa misma eliminatoria. «En la vuelta quedó demostrado que podíamos. El celtismo no se rinde y ahora podemos decir que estamos de vuelta en Europa después de diez años, travesía en Segunda incluida. Lo merecíamos», añade.

El tridente de ataque se lleva la mayor parte de los elogios y la posible marcha de alguno de sus integrantes, como de otros futbolistas considerados clave, genera cierta inquietud. «El miedo de que te quedes con el equipo colgado después de hacer las cosas tan bien siempre está ahí. Pero imagino que habrá suficientes fondos para invertir en jugadores y volver a crear otro equipazo», analiza Juan Vidal, de Tabernícolas. Ardid incluso ve ya más fuera que dentro a hombres como Nolito o Jonny. «Serían 18 y 12 millones para invertir. Es club está saneado y no necesita vender, así que se irían por su valor y dejarían dinero», dice. El fichaje de un buen sustituto de Torrecilla lo considera también prioritario, mientras que para Dani Iglesias, de Natxo Insa, «el Celta es hoy un equipo apetecible, al que los jugadores vienen atraídos por el juego aunque no cobren lo que en otros sitios y a lo que se suma ahora estar en Europa», recalca. Y lanza una puya: «Mucho mejor aquí que en el Valencia, por ejemplo». 

En todo caso, creen que el colectivo pesa más que las individualidades, como señala Javier Rodríguez, de Sempre Pahiño. «Lo de Orellana fue espectacular, y la vuelta de Aspas, que por lo que se ve solo encuentra su mejor versión en el Celta. Quizá la defensa estuvo un poco más bajilla, pero la clave fue el conjunto, la unión entre todos». El futuro, receta Luis Suárez, de Afouteza, pasa por un plantel más amplio, uno de los obstáculos del curso que termina. «Si confeccionamos una plantilla con 16 titularísimos no va a haber problemas para disputar las tres competiciones», comenta.

La sombra de las participaciones eurpeas sucedidas por descensos no planea sobre el celtismo. «Fue algo puntual y no hay motivo para pensar que vaya a repetirse», zanja el presidente de la peña Natxo Insa. Desde Teixugos, José Manuel Álvarez lo razona de la siguiente manera: «Hemos crecido año a año y el club no se va a disparar ahora. Siempre ha transmitido el discurso de paso a paso. Creo que la primera meta serán los 42 puntos y en función de en qué jornada se consiga y dónde estemos, llegar lo más lejos posible en Copa y Europa League sin volvernos locos».

Más allá de los jugadores, la afición ve en la continuidad de Berizzo toda una garantía. «Tiene un papel muy importante. Además de ser un reto profesional para él dirigir al Celta, se ve que lleva los colores muy dentro», afirma Tomás Rodríguez, de Preferencia Celeste. En la misma línea de elogios al Toto se expresan todos: «Hizo un gran equipo y supo motivar a sus jugadores para esta gran campaña magnífica y llena de goles y momentos memorables», comenta Carmen Iglesias, de Gudelj-Vigo.

Arbitrajes y asistencia a Balaídos son algunos peros. El nuevo estadio, el reto pendiente. Y ellos mismos, otro motivo de orgullo. «El celtismo está más unido que nunca».