Promesas celestes a cambio de una proeza

M. V. F. VIGO

ZONA CELESTE

Oscar Vazquez

Algunos aficionados se han marcado retos que cumplirían solo si el Celta logra el milagro de alcanzar la final de Copa

11 feb 2016 . Actualizado a las 13:35 h.

El Celta se enfrenta esta noche a un reto casi imposible. A nadie se le escapa que, de conseguirse, la remontada ante el Sevilla sería una auténtica gesta, por eso algunos aficionados han dejado caer, en algunos casos medio en serio y medio en broma, promesas que llevarían a cabo en caso de que el equipo de Berizzo alcanzara la final.

Un reincidente en esto de las promesas de color celeste -y que se las toma muy en serio- es José Debón, un aficionado que en el 2013, cuando había un 4 % de posibilidades de que su equipo se salvase, se comprometió a estar un año sin beber cerveza si aquellas opciones mínimas se materializaban. Y lo cumplió. En esta ocasión se ha apuntado al más difícil todavía. «Si llegamos a la final de Copa, por ser este año bisiesto, no vuelvo a probar la cerveza hasta el próximo año bisiesto, el 2020. Dicho queda», ha escrito en su perfil de Twitter.

«Mi motivación es la misma que la otra vez. Hay que proponerse algo que suponga un esfuerzo: a grandes gestas, grandes sacrificios», ha explicado a Grada de Río. Asegura Debón que nunca creyó que fuera a decir semejante cosa, pero que a la espera de lo que suceda en el choque de esta noche está «deseando pasar cuatro años sin beber cerveza». De ninguna manera el hecho de que la proeza no se consiga finalmente le supondría un alivio aunque, eso sí, «para la final que haya relevo con esto de las promesas», bromea. Y manda, además, «un saludo a todos los que mañana se arrepentirán de no haber estado hoy en Balaídos».

No ha sido el único que ha adquirido algún compromiso sujeto a la épica, otro tuitero estaría dispuesto a hacer el mismo sacrificio, pero solo por 45 días. Algunos internautas más, parte de ellos en respuesta a la pregunta de qué estarían dispuestos a hacer si se produce el milagro, han lanzado promesas más o menos factibles. Entre las más recurrentes no faltan hacer el camino de Santiago o tatuarse el escudo, alguna palabra del himno, el año de fundación (1923) u otro motivo relacioando con el Celta. «Yo me tiño las puntas del pelo de azul y me tatúo», tuiteó María Casanova. José Alonso, por su parte, aseguró que estaría «365 días sin comer pizza».

Los más escépticos -algunos, no celtistas, sino aficionados al fútbol en general con poca fe en la remontada- se han atrevido a decir que peregrinarían a pie hasta el lugar donde se celebre la final, mientras que otros han apostado por retos como «nadar desnudo en la Praza de América», subir una foto a esta red social sin ropa, ponerse pendientes en las dos orejas o probar a practicar deportes como skate o snowboard.