Sangre andaluza y celeste en el Pizjuán

M. V. F. VIGO / LA VOZ

ZONA CELESTE

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Antonio Rodríguez, Rodro, uno de los miembros de Almas Celestes del Sur que acudirán hoy al Pizjuán, se aficionó de niño al Celta por Cañizares

04 feb 2016 . Actualizado a las 16:13 h.

Entre los celtistas que habrá esta noche en el Sánchez Pizjuán estarán muchos vigueses y gallegos procedentes de otros lugares, también los residentes en Andalucía que nutren la peña celtista de la comunidad, Almas Celestes del Sur. Pero entre los integrantes de esta última se cuela algún que otro andaluz de pura cepa que no tiene ninguna relación con Galicia y que, sin embargo, dice sentir los colores como el que más. Es el caso de Antonio Rodríguez Tristel, conocido como Rodro, que no se perderá la cita del Sánchez Pizjuán.

«A mí el celtismo me viene de niño, cuando tendría unos diez años o así y jugaba de portero», recuerda este joven que hoy tiene 31. Fue entonces cuando le encandiló la joven promesa que defendía la portería del Celta, que llegó a ser zamora y portero internacional siendo aún celeste y muchas más veces en las temporadas posteriores. «Todo fue por Cañizares. Él solo estuvo en Vigo dos años, pero a partir de la admiración que sentía por él el celtismo ya se quedó conmigo», recuerda.

Procedente de una familia muy humilde -»casi no teníamos para comer»- recuerda como de niño conseguía de su familia pequeños caprichos celestes. «Recuedo a mi madre bordándome el escudo del Celta en la ropa para darme el gusto», comenta echando la vista atrás. Después de Cañizares «vino el EuroCelta y momentos como aquella final de Copa y ya no me desenganché nunca más, es algo que no se puede explicar con palabras».

Y teniendo como primeros e imborrables recuerdos las últimas dos finales de Copa disputadas por el equipo, la semifinal de hoy es más especial si cabe para un celtista que jamás ha pisado Vigo ni Balaídos, pero que sí sabe lo que es seguir al Celta por su comunidad y junto con el resto de Almas Celestes del Sur siempre que puede. «Es como un sueño poder vivir esta semifinal, algo con lo que no contaba para nada. Creo que haciendo un partido serio podemos tener nuestras opciones y ojalá lo logremos», comenta.

Pase lo que pase hoy y en la eliminatoria en su conjunto, Rodro ya ha recibido multitud de felicitaciones de sus vecinos de Arrecife, Córdoba -a cien kilómetros de Sevilla, a donde se desplazará en coche con otros peñistas, que recuerda, «son talismán»-. «Vivo en una pedanía con unos 400 habitantes. Todos saben de mi celtismo y están pendientes de si gana o pierde el equipo para comentarlo conmigo», comenta divertido. ¿Simpatía por algún otro equipo? «Ninguna, ni Córdoba ni nada. Yo solo soy del Celta». Hoy, gane o pierda el equipo, lo volverá a demostrar.