Sergey, el centolo celeste que llegó desde Rusia

ZONA CELESTE

Sergey, el pasado lunes en la redacción de La Voz, con el gorro típico ruso decorado con el emblema de Centolos, el escudo del Celta y la bandera de Galicia.
Sergey, el pasado lunes en la redacción de La Voz, con el gorro típico ruso decorado con el emblema de Centolos, el escudo del Celta y la bandera de Galicia. M. TOURIÑO

A sus 45 años, sigue al Celta desde la época de su compatriota Mostovoi y estos días disfruta de Vigo y del celtismo con la peña Centolos, a la que pertenece desde septiembre del año pasado

01 may 2015 . Actualizado a las 15:50 h.

La peña Centolos Celestes tiene un procedimiento muy particular para cuando alguien se interesa por unirse a ellos: le piden que se pase por su sede para que conozca primero el ambiente y cómo se desenvuelven en este colectivo. «Un día mi pareja me dijo que había respondido a un mensaje por Facebook con el típico corta y pega de lo que decimos a todo el mundo. Pero resultó que aquel chaval... ¡Era ruso!», relata el presidente de la agrupación, Alejandro Costas. Se trataba de Sergey Klepalov, el aficionado que se hizo celtista a raíz de la presencia de Mostovoi en el equipo y cuya historia dio a conocer La Voz el año pasado.

Para su sorpresa, Sergey respondió que de acuerdo, que les visitaría en su sede cuando fuera a Vigo. Y cumplió su palabra aprovechando su viaje a la ciudad en septiembre del 2014. «Cuando lo vimos aparecer en el Tribuna -su sede- nos quedamos flipados», reconoce Costas. Estos días está de nuevo en la localidad, cumpliendo con su cita y disfrutando del celtismo como un centolo más. En la cena de aniversario de la peña del sábado, en la que su presencia era una de las «sorpresas» que había avanzado Costas, le regalaron una bandera que deja claro su papel: «Centolos Celestes. Sección Rusia».

Sergey, en Marcador el pasado domingo para presenciar el partido contra el Real Madrid con la bandera que le identifica como la sección rusa de Centolos.
Sergey, en Marcador el pasado domingo para presenciar el partido contra el Real Madrid con la bandera que le identifica como la sección rusa de Centolos.

El propio Sergey incrementó su contacto con la afición céltica a raíz de aquella aparición en La Voz y así fue como decidió entrar a formar parte de Centolos. «A través de las redes sociales fui viendo cuáles eran las peñas del Celta y me gustó esta por su sentido del humor y su manera de vivir los partidos», relata. Él también recuerda a la perfección su primer contacto con ellos, vía Facebook: «Les escribí y me respondieron. Con el tiempo supe que había sido la esposa de nuestro presi, Mónica. A mi llegada a Vigo en septiembre del año pasado ya pude tener mi carnet y ser un centolo más», subraya satisfecho. 

Pero, por mucho que se empeñe, Klepalov no es un centolo cualquiera. «Tiene muchísimo mérito lo suyo», constata Alejandro, encantado como el resto de la peña de tenerle entre ellos. «A mi mujer y a mi hija no les interesa el Celta, no logro contagiarlas. Y mis amigos rusos dicen que estoy un poco gilipollas con el tema», señala él. Para compensar, están sus múltiples amistades celtistas españolas, a las que visita estos días. «El Celta es mi pasión, una parte muy importante de mi vida, mi karma, como dicen en la India. Y Vigo, mi segunda patria», asegura.

Sergey, intercambiando regalos con la peña en su visita del 2014.
Sergey, intercambiando regalos con la peña en su visita del 2014.

Ha visitado la ciudad cuatro veces, la primera en el año 2001. «Fue inolvidable. El que había sido mi ídolo durante tanto tiempo -Mostovoi- estaba ahí, a pocos metros de mí. Pero ahora las emociones siguen siendo las mismas», confiesa. De hecho, es defensor de la cantera -actualmente su jugador preferido, «aunque es una elección muy complicada», es Jonny- y no echa de menos que vuelva a haber rusos en el equipo. Además, está Berizzo, que compartió vestuario con Karpin y Mostovoi. «Cuando estuve en septiembre pude hablar con él. Me dijo que recordaba un par de palabras rusas que le habían enseñado ellos».

Durante estos días en la ciudad, Sergey también ha comprobado que algunos celtistas le reconocen y le muestran su cariño. «Algunas personas en la calle me paran y me dicen ''¡Oh, Sergio!''. Soy casi una figura famosa», comenta divertido en un español más que correcto que lleva algún tiempo estudiando. Tampoco le dice que no al gallego. «Es una parte importante del Celta y para mí es obligatorio intentar entenderlo». Para chapurrearlo ya está el himno, que ha memorizado y que pudo entonar tanto el domingo como ayer en Balaídos. 

El celtista ruso, con Berizzo en A Madroa el pasado septiembre.
El celtista ruso, con Berizzo en A Madroa el pasado septiembre.

Sergey vivió con mucha emoción la cena de aniversario de Centolos el pasado sábado. «Tenía un discurso preparado y no le salía», recuerda el presidente, orgulloso de su socio. Las dos partes intercambiaron regalos. El ruso recibió su bandera y les entregó vodka y matrioskas celestes. «Fue muy bonito, un choque de emociones», rememora el protagonista. El centolo ruso, al que le gustaría «poder venir más a menudo a Vigo», será uno más del equipo en el torneo de peñas antes de su regreso a casa. O a su otra casa.