El Toto es el décimo entrenador del Celta que primero fue jugador del equipo
19 may 2016 . Actualizado a las 10:03 h.En los últimos años parece haberse puesto de moda la figura del exjugador de un equipo que pasados los años se pone al frente del banquillo del mismo. Es en este momento, y desde el curso pasado, el caso de Eduardo Berizzo, céltico entre los años 2000 y 2006 que casi diez años después firmó como técnico. Sin embargo, en la historia del club hay hasta nueve precedentes. El Toto es el primer extranjero en el que se da esta circunstancia en el Celta y también el primero que ha clasificado al equipo para Europa.
Luis Casas Pasarín (1902-1986)
El pionero de esta lista, Luis Casas Pasarín, entró a formar parte de la primera plantilla del Celta llegando a ella procedente de uno de los clubes que dio origen a la entidad creada en 1923, el Vigo Sporting. Militó en el equipo durante seis temporadas, entre 1923 y 1929, acumulando 93 partidos y anotando tres goles. Del Celta pasó al Valencia y allí comenzó como entrenador, siguiendo el camino inverso para luego entrenar en Vigo. Pasarín dirigió al Celta en dos etapas (1949-1952 y 1957-1959), en Primera -aunque se despidió con descenso-, y superó sus cifras como jugador al alcanzar los 123 partidos.
Armando Márquez
No existen demasiados datos de este jugador y luego entrenador, que según la web Yo jugué en el Celta lo hizo durante nueve temporadas en las que participó en 147 encuentros en los años 20 y 30. Su vinculación con el club siguió a base de desarrollar funciones de masajista, preparador físico y segundo entrenador. Una vez en ese puesto, le llegó la ocasión de ser técnico celeste durante las últimas 15 jornadas del campeonato 1945/1946 en sustitución de Karoly Platko. Inquilino interino del banquillo, su relevo en la siguiente campaña fue Ricardo Zamora. Años más tarde se daría una situación similar y volvería a ponerse al frente durante diez partidos en la temporada 1952/1953.
Yayo (Santander, 1914)
Santiago Sanz Fraile, conocido como Yayo, vistió la camiseta del Celta en 172 partidos distribuidos en diez temporadas, todas ellas en la máxima categoría, y anotando doce goles. Dejó el club en 1952 y ocho años más tarde, con el equipo en Segunda, le confiaron las riendas del club, con el que se quedó al borde del ascenso al quedar segundo por detrás de Osasuna. Fue su única campaña en el equipo.
Aretio (Ferrol, 1922-1973)
Tras Yayo asumió el banquillo del Celta Louis hon Antonin e inmediatamente después fue el turno de otro inquilino que había sido jugador: Juan Rodríguez Aretio, que se encargó de las diez últimas jornadas y mantuvo al equipo en Segunda. Tras entrenar a Recreativo, Melilla y Real Oviedo, regresó al conjunto vigués en la temporada 1972/1973, esta vez por seis partidos. Salvó al equipo in extemis del descenso a Segunda con un triunfo por 3-0 ante el Real Madrid en Balaídos. Como jugador se había quedado al borde de los 250 partidos.
Pepe Villar (Vigo, 1928-2007)
Pepe Villar es uno de los que más protagonismo acaparó tanto en una faceta como en la otra. Porque si su carrera de corto en el Celta fue extensa (248 partidos en once temporadas), la de técnico también se dilató en el tiempo, aunque de manera intermitente. Actuó como segundo entrenador y también asumió el mando del equipo juvenil con gran éxito. En la temporada 1966/1967 hizo su primera incursión como técnico de la primera plantilla, volviendo luego a ser segundo. Se convirtió en un auténtico entrenador comodín entre 1967 y 1991, llegando a dirigir en las temporadas 1969/1970, 1977/1978 y 1989/1990 un único partido en cada una de ellas.
José Manuel Díaz Novoa (Gijón, 1944)
Tras tres temporadas en el Celta (1967-1970), José Manue Díaz Novoa colgó las botas en el Alavés y comenzó poco después una carrera como técnico en el Sporting de Gijón, equipo de su ciudad donde se había formado y de donde había llegado procedente al Celta. En los banquillos siguió la misma trayectoria, asumiendo el papel de director de orquesta del Celta en el año 1988. Tras completar esa primera temporada en Primera, fue relevado en la segunda trasncurridas 15 jornadas de la competición. El equipo acabó perdiendo la categoría ese año.
Pedrito (Córdoba, 1950)
Jugador céltico entre 1965 y 1973, Pedrito estableció un fuerte vínculo con Vigo y con el club, como él mismo relataba a Grada de Río. De este modo, una vez que colgó las botas, el cordobés se integró en el cuerpo técnico del club con diferentes responsabilidades. Curiosamente, su salto al banquillo del primer equipo fue el detonante del fin de su larga relación con la entidad. Fue en el curso 1979/1980 cuando estuvo al frente en las primeras ocho jornadas, encontrando sustituto en Carmelo Cedrún al no acompañar los resultados.
Félix Carnero (Vigo, 1948)
Seis temporadas en dos etapas (1967-1968 y 1974-1979) con 129 partidos y 21 goles son los números como futbolista de Félix Carnero, que aparte de entrenador también desarrollaría en el club tareas de secretario técnico y director deportivo. Dirigió al equipo en Segunda durante dos temporadas, consiguiendo el ascenso; sin embargo, la mala marcha del equipo -que acabó descendiendo- provocó su cese en la jornada 13. Se sentó en el banquillo celeste en 51 partidos.
Eusebio Sacristán (La Seca, 1964)
El caso inmediatamente anterior al de Berizzo lo protagoniza Eusebio Sacristán, futbolista céltico durante dos temporadas, entre 1995 y 1997, en las que disputó 51 partidos. Algo más de diez años más tarde, la entidad confío en él en una situación complicada, asumiendo el vallisoletano la responsabilidad de relevar a un Pepe Murcia que dejó al equipo en la zona baja. El curso siguiente no estuvo exento de apuros, y de hecho el equipo se salvó gracias al famoso doblete de Aspas frente al Alavés, sin embargo, se considera a Eusebio como el precursor del actual proyecto céltico, además de destacar su apuesta por futbolistas de la casa.