Difícil encaje para cinco centrales

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta, que quiere contar con una plantilla corta, iniciará mañana la pretemporada con superávit de jugadores en el centro de la defensa

09 jul 2017 . Actualizado a las 17:13 h.

El Celta inicia mañana la pretemporada con más futbolistas en nómina de los que quiere que integren el equipo. Sin Europa League de por medio, el club apuesta por una plantilla corta con unos 20 futbolistas de campo, pero la realidad es que hoy por hoy tiene superávit en varias demarcaciones, y una de ellas es el centro de la defensa.

Juan Carlos Unzué cuenta con cinco defensas centrales, y aunque en la dirección deportiva apelan a la polivalencia de alguno, lo cierto es que la lógica habla de que puede haber salidas en esa demarcación. «Facundo puede hacernos, dentro de la polivalencia, de lateral. De momento [tener tantos centrales] no es una cosa que nos preocupe, hay cinco, pero alguno puede jugar de central y en el lateral, estamos tranquilos en esa posición», aseguraba Felipe Miñambres en su última comparecencia pública.

Gustavo Cabral, Facundo Roncaglia, Andreu Fontás, Sergi Gómez y el canterano David Costas son los cinco centrales de los que dispone Unzué. Los cuatro primeros están ya muy bregados en la élite, y al de Chapela tiene especial interés el entrenador en verle en pretemporada para comprobar cuál ha sido su evolución durante sus últimas cesiones. La campaña pasada fueron los dos argentinos los que acumularon más minutos entre las tres competiciones, si bien en el caso de Roncaglia parte de ellos los disputó como lateral, ya que era un recurso habitual de Berizzo cuando la situación lo requería.

 

Se da la paradoja de que el Celta afronta la campaña 2017/18 con más centrales que nunca, justo cuando menos exigencia puede tener. En la temporada 2014/15, la primera del Toto al frente del Celta, Fontás y Cabral formaban la pareja de centrales de gala del equipo con un Sergi Gómez que fue a más y que acabó también siendo protagonista. Costas apenas dispuso de oportunidades y su proyección se fue parando hasta el punto de que al verano siguiente acabó cedido.

Más exigencia, menos efectivos

La mayor paradoja en el centro de la zaga se dio en el curso 2015/16, la temporada en la que el Celta consiguió su clasificación para la Europa League. En pretemporada Berizzo, el club y Costas acordaron que lo mejor para el central era marcharse cedido, por lo que el equipo se quedó con tres centrales, Fontás, Cabral y Sergi. A priori, entre los tres deberían bastar para afrontar Liga y Copa, pero la lesión de Andreu en pleno mes de noviembre dio al traste con toda la programación. El futbolista ya no volvería a disputar ni un solo minuto más ese curso, y el club optó por no reforzarse en el mercado, de manera que entre Cabral y Sergi se repartieron prácticamente todo el año.

Cada uno de ellos disputó 31 partidos de Liga más seis de Copa del Rey que les exigieron al límite, pero en los que respondieron a las expectativas. Eso sí, el Toto, en su intento de aliviar de partidos a sus dos jugadores, hizo alguna probatura en momentos puntuales en la defensa con otros integrantes del equipo e incluso le dio la oportunidad a David Goldar en la visita al Rayo Vallecano en Liga que había acabado con el doloroso 3-0. A pesar de las limitaciones defensivas, ese año el Celta conquistó el ansiado billete para Europa.

El año continental

Con tres torneos por delante, el año pasado el Celta se decantó por una plantilla larga con cuatro centrales de garantías. Roncaglia y Cabral comenzaron siendo la pareja indiscutible, pero la recuperación de Fontás hizo que el catalán ganase protagonismo a medida que se reencontraba con los minutos. Sergi Gómez, tras su gran papel el curso anterior, se vio relegado a un segundo plano pero aun así consiguió coleccionar muchos minutos. Costas acabó saliendo cedido. Con estos precedentes, parece complicado que este año el Celta mantenga los cinco centrales.