«Cuando me retire miraré hacia atrás orgulloso de haber vestido esta camiseta»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Aspas subraya que el Celta lo «es todo» para él en un spot de la campaña de abonados

19 jun 2017 . Actualizado a las 16:47 h.

Iago Aspas y Álvaro Torras se ponen en la piel del otro en el nuevo spot de la campaña de abonados que el Celta dio a conocer ayer. Jugador y aficionado -el celtista es miembro de la peña La Previa- responden cómo se sentirían si fueran el otro y reflexionan sobre la grada de animación y la evolución de la afición celeste en los últimos tiempos. Ante el enfado de algunos aficionados por lo que entienden que es utilizar al jugador estrella para callar las críticas a la grada de peñas, Torras explicó a través de las redes que el anuncio se grabó antes de que trascendieran las condiciones.

Polémicas aparte, los dos coinciden en que el celtismo ha cambiado y rejuvenecido «en los últimos diez años», calcula Iago. «La edad media ha bajado, hay mucha gente joven en la que me veo reflejado porque he sido aficionado del Celta», comenta después de que Torras exponga que para él el cambio se intensificó tras el play-off de Granada. A las preguntas del celtista de qué supone para el jugador el estadio lleno, contesta que es de gran importancia, que «te da un plus», por lo que también da su beneplácito a la grada de peñas. «Es importante juntarlas, porque dispersas no se hacen notar tanto como si estuvieran juntas. En otros estadios se nota que animan muchísimo», admite el delantero.

Cuando intercambian los papeles es Iago el que pregunta qué supone el Celta para el seguidor. «No se puede explicar con palabras. No son 90 minutos, te vas y en dos semanas vuelves. Nunca pensé emocionarme con un partido de fútbol y me pasó. Es la afouteza, ese sentimiento que bien explicó el club este año», responde. También el internacional con la selección española se enfrenta a la misma pregunta. «Para mí es todo. Llevo 18 o 20 temporada en el club, siempre con el balón en los pies. He disfrutado en A Madroa y mil campos, quién me iba e decir a mí que iba a debutar en Balaídos y mantenerme en la élite tantos años y partidos. Cuando me retire miraré atrás y estaré orgulloso de haber vestido esta camiseta».

Si Aspas estuviera en la grada sin ser jugador lo viviría «como uno más». Y se sitúa en el momento en el que se marchó del Celta. «Esos dos años me molestaba cuando perdía y me alegraba cuando ganaba. Lo vivía con ese sentimiento, esas ganas. Aunque ya dice mi madre que soy una persona diferente, más tranquila fuera del terreno de juego, ese sentimiento está».