«Para mí el Celta siempre ha sido y será un grande»

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El exjugador, miembro del primer Celta europeo, repasa su trayectoria y evalúa la temporada 2016/2017

15 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Artífice con diez goles del ascenso logrado en su primera temporada en Vigo, la 1968/1969, Manolo Jiménez (Sevilla, 1942) forma parte de la historia del Celta también como uno de los integrantes de la plantilla que llevó al club a Europa por primera vez en su historia. Por eso este año se ha sentido un poco más identificado si cabe con un Celta que significó «todo» en su carrera y en su vida. «Llegué para seis meses y llevo casi 50 años», proclama orgulloso.

-1968, cambia Barcelona por Vigo. ¿Cómo se gesta aquello?

-Ni sabía dónde estaba Vigo. Me hablaron de un club que luchaba por subir a Primera y decidí venirme hasta final de temporada. Con el gran equipo que teníamos y con mi colaboración a base de goles, logramos aquel objetivo de subir. Luego vinieron años maravillosos. Me gustó el ambiente, los compañeros... En Barcelona no tenía muchas opciones de jugar y aquí encontré el lugar ideal para sacar al futbolista que llevaba dentro. Trabajando, peleando y entrenando sabía que tendría oportunidades, que lograría un puesto como extremo goleador. Y así fue durante seis años.

-De aquel ascenso a la primera clasificación europea en tres años.

-Sí, fueron temporadas buenísimas. El equipo se asentó en Primera, se reforzó con buenos futbolistas como Fernández Amado o Almagro y también estaban Navarro o Cesáreo Rivera. Verdaderamente conseguimos hacer un fútbol bonito y llegó aquella eliminatoria frente al Aberdeen.

-¿Fue el momento más especial?

-Fue apoteósico, pero como lo había sido antes el ascenso. Hacía muchos años que el equipo estaba en Segunda, que no daba encarrilado. Con mi colaboración y la de mis compañeros cogimos una referencia, nos vimos líderes y seguimos ahí hasta ser campeones. La idea que había era que lo teníamos que conseguir porque el club, la ciudad y nosotros mismos lo merecíamos. Yo tenía experiencia de ascender equipos a otras categorías, pero de Segunda a Primera fue mi única vez.

-¿Qué goles recuerda con más cariño?

-¡Uf! ¡Es que tengo una memoria de elefante. De todos los partidos que jugamos contra el Madrid en Balaídos no perdí ninguno, y marcando en varios. Un año coincidimos Castro y yo y ganamos 2-0 con goles de los dos. Los periódicos titulaban: «Dos exbarcelonistas despojan al Madrid del título». También recuerdo que vino el Valencia con Di Stéfano y le preguntaron si temía a algún jugador del Celta. Él, que era muy campechano, contestó: «Tengo un poco de respeto a un torcido, el número once, un extremo que la puede liar en cualquier momento». Y acertó, porque ellos fueron campeones, pero les ganamos 1-0 y el gol lo metió Manolo Jiménez. Al acabar me dijo riendo: «La concha que te botó, sabía que me ibas a complicar».

-¿Cómo fue su relación con el celtismo?

-En la grada de Río, que decían que era la mía, las chiquillas me gritaban mucho. Me decían: «Muévete, que parece que hoy no tienes ganas de jugar». Me animaban y me reñían del cariño que me tenían. Me he dado a querer y me han querido. Me acogieron como soy y en aquellos años me conocía toda España.

-¿Qué significa el Celta en su carrera y a lo largo de su vida?

-Todo. Profesionalmente lo conseguí todo aquí, aparte de las amistades y que tengo nietos vigueses. Es mi casa. Quiero mucho a Sevilla, pero las oportunidades me las dio el Real Club Celta.

-¿Cómo ha visto al equipo en esta última campaña?

-La temporada ha sido buena, manteniendo la categoría con holgura, haciendo buen fútbol y llegando a dos semifinales. Ha sido un espectáculo maravilloso. Y con un chaval de casa como Aspas que ha nacido futbolista y le echa un coraje brutal.

-¿Ha sido la mejor temporada de la historia?

-No diría tanto, porque hubo un año que se disputó la Liga de Campeones en esos años de Mostovoi y compañía. El Celta es un equipo de provincias por el que han pasado grandes jugadores que lo han llevado muy lejos. Pero para mí el Real Club Celta siempre ha sido y siempre será un grande.

-¿Aprecia similitudes entre aquel primer Celta europeo y el actual?

-Creo que el fútbol y la filosofía del Celta son parecidos. Ha cambiado el ambiente que rodea todo: hay más dinero, más gente... La sociedad se ha transformado. Pero, cada uno en su época, el fútbol y la ilusión de la afición por su equipo sigue siendo parecida.