El Celta deja escapar al mejor entrenador de su historia

x. r. c.

GRADA DE RÍO

Berizzo anuncia que se marcha dejando claro que peleó en balde por continuar una cuarta temporada

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estoy aquí para decir que mañana (por hoy) dirigiré mi último partido con el Celta». Así, solo, y en medio de una gran expectación, anunció Eduardo Berizzo que sus días en el Celta habían concluido. Se marcha después de un ciclo triunfal de tres años al no llegar a un acuerdo de renovación. Y lo hace dejando claro que lo intentó todo para quedarse, un interés que a la vista del resultado no era recíproco. El Celta, que zanjó el asunto con un comunicado laudatoria del argentino, dejó escapar al mejor entrenador de su historia. La salida del Toto, además, tiene un mensaje añadido: el club no estaba de acuerdo con el crecimiento que proponía el argentino para instalar a la entidad entre los importantes de la Liga.

Pese a los éxitos deportivos, no han sido tres años fáciles en Vigo para Berizzo, cuyos pedidos no han sido atendidos en la mayoría de los casos. En esta ocasión para continuar un cuarto año dejó claro que quería ser valorado (en lo económico) y contar con un proyecto deportivo ambicioso. En ninguno de los dos aspectos hubo acuerdo, sino todo lo contrario, aunque el entrenador no quiso entrar en los pormenores de la negociación rota.

«Hice mucha fuerza por quedarme y me he comportado con honestidad profesional. No tengo ningún plan B, ni tuve, ni tendré. Toda mi energía estaba puesta en continuar aquí porque es un lugar que adoro. Ahora, a casa», comentó en su comparecencia al ser preguntado sobre quién había apostado más por repetir cuerpo técnico un cuarto año sin mentar al club, algo que tampoco hizo al ser preguntado si se sentía valorado. «Tengo una valoración de mí mismo, y eso son cosas subjetivas, diferente a la que los demás tienen».

La fuerza de Berizzo por quedarse tenía que ver con el margen de mejora que todavía ve en el Celta. «Por eso intenté encontrar nuestra continuidad aquí. Pienso que el equipo tiene un gran margen de crecimiento, con gente joven, que ha madurado muy rápido, gente importante dentro del equipo, una combinación de carácter y juventud interesante. Pensé que podíamos seguir haciendo cosas juntos». Sin embargo, su ambición parece no tener correspondencia con el pensamiento de la cúpula del club.

Aunque el divorcio consumado no se conoció hasta última hora del viernes, la jornada del partido con el Real Madrid fue el momento en que se desencadenaron los acontecimientos. «En días anteriores estaba decidido, el último contacto fue el miércoles», precisó el técnico, que un día antes había mantenido una larga, y nada fructífera, conversación con el director general, Antonio Chaves, en A Madroa.

Durante todo el tiempo que ha durado la negociación, al Toto se le relacionaba con el Sevilla, pero el cruzalteño lanzó ayer una proclama que invita a pensar en un período sabático: «No hay alternativas y mis hechos respaldarán mis palabras, iré a casa a descansar». Porque quizás, por su interés por seguir en Vigo, Berizzo dejó pasar la opción de entrenar a equipos con aspiraciones como el Villarreal y quién sabe si también los trenes de Sevilla y Athletic, como en su día dejó pasar la selección argentina indicando que tenía contrato con el Celta y no iba a negociar ni con la albiceleste.

Con el deber cumplido

El argentino se despedirá hoy con la sensación del deber cumplido. «Después de tres años puede decir que tarea cumplida. Creo que hemos hecho un trabajo valioso, con entusiasmo hemos construido un equipo muy fuerte», comenta mientras dice que se considera ahora mejor entrenador que cuando llegó desde O`Higgins. El único lunar fue no poder llegar a una final y tener posibilidad de ganarla, un reto que deja pendiente para su futuro sucesor: «Me hubiese encantado ser protagonista de una final y ganarla, lo intentamos en una temporada fantástica, pero el club debe seguir empujando para que esa puerta caiga».

Fue su última recomendación antes de abandonar la sala de prensa emocionado camino del monte. Para rumiar en soledad un desenlace que a la vista de los hechos solo esperaba el Celta.