Un Celta mayúsculo se queda a las puertas de su gran sueño ante el Manchester United

Fabián Bouzas

GRADA DE RÍO

El Celta empató en el Teatro de los Sueños (1-1) y se despidió con grandeza de su sueño europeo. Un gol de Roncaglia hizo soñar con la machada hasta el último segundo

12 may 2017 . Actualizado a las 12:33 h.

El Celta puso fin en Old Trafford a su preciosa historia de esta temporada en la Europa League al empatar (1-1) ante el Manchester United. Se adelantaron los locales con gol de Fellaini pero un cabezazo de Roncaglia hizo soñar a los celestes en el tramo final. Guidetti en el sexto minuto del tiempo de descuento tuvo la ocasión para dar al Celta el pase a la final pero erró el remate. 

Salió a la gran batalla el Celta como lo hacen los grandes, con personalidad, acrecentado por la grandeza de la oportunidad y del escenario, lejos de achicarse, los de Berizzo bajaron la pelota al césped y comenzaron a desplegar el fútbol que tan lejos les ha llevado esta temporada en Europa.

Los primeros minutos de juego fueron un monólogo celeste; posesión, ritmo, verticalidad y desequilibrio ante un Manchester United desarbolado y desorganizado, inferior ante el arranque del Celta.

PAUL ELLIS | Afp

Tras un centro del Tucu raso que atrapó Sergio Romero, fue Iago Aspas el que tuvo la primera gran ocasión del partido con un zurdazo desde la esquina derecha del área que el meta argentino del United mandó a córner con una excepcional estirada. Era la tarjeta de presentación del Celta. Acto seguido, Cabral cabeceaba un córner que se marchaba por encima de la portería.

Con un Mourinho inquieto y desgañitado desde la banda por el titubeante inicio de los suyos, el Manchester United fue equilibrando el partido con el paso de los minutos, no tanto por ocasiones sino por la posesión. Poco a poco se fue jugando más en el centro del campo y en la primera acción sobre la meta de Sergio los locales no perdonaron.

En una jugada muy rápida que se inició en la izquierda, el hábil Rashford metió un centro medido al segundo palo, donde apareció un imponente Fellaini para adelantarse a Jonny y cabecear el 1-0. El gol no trastocaba excesivamente la idea de un Celta que seguía necesitando dos goles para llegar a la final, pero el golpe severo a la moral afectó al conjunto de Berizzo.

El gol desató al ataque del United, que con más espacios pudo explotar más la velocidad de sus tres balas en ataque Mkhitaryan, Rashford y Lingard. Precisamente el armenio avisó a los celestes con una volea con la zurda que se marchaba por encima de la meta de Sergio.

El Celta, acuciado por la necesidad, intentaba resistirse al empuje del United y lo consiguió durante el tramo final de la primera parte. Los de Berizzo llegaban con relativa facilidad a las inmediaciones del área de Sergio Romero, pero ahí le costaba abrir la tupida y sólida zaga del United.

La falta de eficacia, la condena

Antes del descanso, el Celta volvió a meter el miedo en el cuerpo a Old Trafford llamando al gol en varias ocasiones consecutivas. Primero fue el Tucu con un disparo en la frontal que el meta del United enviaba a córner y, poco después, Pione lo intentaba en jugada individual pero su disparo buscando la escuadra se encontraba con las manos de Sergio Romero. Sin duda, la ocasión más clara fue la de Wass a tres minutos del descanso, tras un cabezazo a centro de Pione que se marchaba a centímetros del palo. Con la frustración del resultado y la pena por las ocasiones se llegaba al descanso.

En la segunda parte y con el incesante e inquebrantable apoyo de las 2.600 gargantes celestes que atronaban en Old Trafford, el Celta se fue en tromba a por el United. La entrada de Jozabed en el descanso le dio más presencia y asociación al ataque de Berizzo.

PAUL ELLIS | Afp

Tras un trallazo de Mkhitaryan que Sergio envió a córner con una gran parada, el Celta monopolizó las ocasiones. Guidetti la tuvo en dos ocasiones, primero tras un centro de Hugo Mallo al que no llegó por centímetros y pocos minutos después con un zurdazo desde el punto de penalti que chutó desviado. Iago Aspas también lo intentaba con un disparo desde la frontal, a las manos de Romero.

Una fe inquebrantable

Obligado a arriesgar, el Celta dejaba importantes espacios en la retaguardia y eso era vitamina para la verticalidad de Rashford. El canterano del United pudo finiquitar la eliminatoria tras una jugada de calidad en la que dribló a Cabral y en el mano a mano se encontró con un inconmensurable Sergio. El meta de Catoira, clave en la ida, volvió a realizar una actuación mayúscula que durante muchos minutos mantuvo con vida al Celta.

Ya en el tramo final con Bongonda y Pione en las bandas, con Iago Aspas por detrás de Guidetti, el Celta murió de pie en Old Trafford. Morir de pie significó tener el balón, dominar al United, encerrarlo y hacer sufrir a un conjunto de Mourinho creado a base de talonario. Así de lejos llegó el Celta, que quiso ofrecer una última muestra de orgullo y ambición a sus entregados hinchas, en el minuto 85 llegó un cabezazo de Roncaglia que desataba la locura celeste, la final estaba a un solo gol.

Tras el gol llegó una monumental tangana con un lamentable intercambio de manotazos que acabó con Bailly y Roncaglia en la caseta antes de tiempo, un parón que le vino muy bien al Manchester United. Aún así, en el último segundo de los seis minutos de añadido, un balón frontal le cayó a Beauvue que cedió para que Guidetti empujase en área pequeña, pero no conectó el remate. Enseguida llegó el silbato final y la desolación celeste.

Una desolación ante la grandeza de la oportunidad perdida, pero que engrandece todavía más el temporadón europeo del mejor Celta de la historia, que podrá contar que acabó de hacerse grande en el Teatro, a pesar de que el sueño, esta vez, no se cumplió.

Jason Cairnduff | Reuters

 Ficha técnica:

Manchester United: Romero; Valencia, Bailly, Blind, Darmain, Ander Herrera, Fellaini, Pogba, Mkhitaryan (Carrick, min. 77), Lingardy Rashford (Smalling, min. 89)

Celta: Sergio Alvarez; Hugo Mallo, Roncaglia, Cabral, Jonny; Pablo Hernández, Radoja (Bongonda, min. 68), Wass (Jozabed, min. 45), Sisto (Beauvue); Aspas y Guidetti.

Arbitro: Ovidiu Hategan (Rumanía). Amonestó a Blind, Aspas, Cabral y Herrera. Expulsó por roja directa a Bailly y Roncaglia (min. 88).

Goles: 1-0: min. 17, Fellaini. 1-1: min. 85, Roncaglia.