El conjunto celeste encara la visita del conjunto que dirije Mourinho encajando tres derrotas consecutivas en Liga en una semana
01 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Difícilmente la imagen del Celta ayer podría haber sido peor. Cierto que ahora mismo el equipo apuesta todas sus fichas a la Europa League, pero la mejor forma de encarar un partido es arrastrando buenas sensaciones, y ahora mismo las que transmiten los vigueses no son las adecuadas. El buen rendimiento de la unidad B frente al Granada fue un espejismo y ni contra el Betis ni ayer ante el Athletic los jugadores dieron la talla. Ni por fútbol ni por actitud. Incluso el recuerdo más reciente de los titulares en la competición es la derrota en Sevilla, en la que hicieron buen fútbol pero sin obtener réditos. La última semana ha sido un mal trago para el Celta, cuya tarjeta de presentación ante el todopoderoso United será de tres derrotas consecutivas.
En los últimos ocho días los hombres de Eduardo Berizzo enlazaron tres resbalones, recibieron seis goles y tan solo celebraron uno. El de Aspas desde el punto de penalti en su vuelta al Sánchez Pizjuán. Pésimos resultados que han enviado al equipo a la undécima plaza de la clasificación liguera y que han puesto de nuevo en evidencia el rendimiento y la actitud de los suplentes. Al contrario que equipos como el Real Madrid, cuyas rotaciones incluso mejoran a los titulares, la unidad B del Celta, por calidad y por eficiencia, dista mucho del once tipo.
El Betis, sin más fútbol que los célticos, venció el domingo anterior en Balaídos y el Athletic sacó ayer los colores al grupo. Williams destrozó a los centrales, la indolencia del cuestionado Bongonda, el escasísimo rodaje de Hjulsager le impidió ser competitivo, y veteranos como Beauvue, Marcelo Díaz o Jozabed acabaron contagiados de la mala noche del grupo, cuyo ataque no fue capaz de disparar ni un solo tiro entre los tres palos en noventa minutos, cuando la teoría dice que el Celta es por naturaleza un equipo ambicioso.
Cuestión de once
El jueves, cuando el Celta se presente de nuevo en Balaídos, lo hará con un once bien distinto al de ayer, pero que arrastrará igualmente las malas sensaciones transmitidas por el equipo ante los vascos. Futbolistas como Andreu Fontás, Daniel Wass y Sergio Álvarez son firmes candidatos a repetir contra el United, y el primero podría llegar con la mochila cargada de dudas después del desaguisado que durante muchos minutos le hizo Williams. Una resaca peligrosa en un puesto tan delicado como el de central, que exige contundencia, pero también seguridad.
En ese sentido, Sergio Álvarez es el mejor parado del encuentro de ayer, ya que aunque tuvo que recoger tres veces el balón del fondo de la red, fue el mejor del equipo. Toda confianza es poca cuando por delante se aproximan Pogba y compañía.
Es en ese aspecto de la confianza donde los últimos resultados en Liga pueden pasar más factura al cuadro celeste. Ante el Betis -con cambio de dibujo incluido- y frente al Athletic el equipo no compitió como debería, y en casa del Sevilla la unidad A no fue capaz de parar los pies a los de Sampaoli, aunque las sensaciones fueron buenas.
El Celta parece haber dejado definitivamente de lado la Liga, y queda por ver si eso le afecta en la UEFA. Tradicionalmente, la mejor forma de preparar un partido es llegando con una racha positiva, y ahí los vigueses fallan estrepitosamente. El jueves se verá si ante el United levantan el ánimo y el fútbol.