Karim Kasem, natural de Dubai, se aficionó al Celta de la mano de su amigo Marco, presidente de la peña Pepa Loba de Muros
11 abr 2017 . Actualizado a las 11:32 h.Karim y Marco se conocieron estudiando inglés en Bristol hace 30 años. Uno era hincha del equipo más conocido de su país, el Al Hilal de Arabia Saudí, pero para su sorpresa el que se acabaría convirtiendo en un gran amigo suyo «no era del Real Madrid ni del Barcelona». Ese amigo era Marco Antón Loxo, el presidente de la Peña Celtista Muradana Pepa Loba -organizadora en junio de la tercera Romaría Celtista-. Tras el desconcierto inicial, Marco fue llevando a Karim a su terreno y estos días visita España por segunda vez para disfrutar en directo de tres partidos del equipo vigués: estuvo frente al Las Palmas y el Eibar y espera ilusionado el duelo frente al Genk.
«Durante muchísimo tiempo he oído hablar a mi amigo Marco del Celta, desde que estudiamos juntos en Inglaterra. Él es un gran seguidor del equipo», relata Karim. El muradano confirma que fue a base de insistencia como le metió el gusanillo celtista en el cuerpo a su amigo: «Sempre soubo que eu era dun equipo chamado Celta e custáballe entender que non fose afeccionado dun dos dous equipos máis coñecidos. Ata que vindo a Muros comecei a levalo a Balaídos e agora é un celtista máis», presume.
En los tres decenios transcurridos desde que se conocieron -durante los cuales han mantenido el contacto y visitas periódicas en una doble dirección-, Karim hizo durante mucho tiempo oídos sordos. «Me empezó a gustar el Celta mucho tiempo después de que Marco me hablara de ellos», admite. De hecho, el punto de inflexión fue el 4-1 en el derbi de la primera vuelta. «Hicieron un juego sensacional, fue una experiencia increíble. Ahí empece a enamorarme el equipo. ¡Qué maravilloso partido!», recuerda. Aunque emocionado con ver al equipo frente al Genk en Europa League, para él «cada partido es especial» con independencia de la competición.
Ahora sí que sigue cada partido desde su país, pero con el deseo permanente que el jueves volverá a cumplir de vivirlos en el municipal vigués. «Me encanta. Es muy divertido verlo en el estadio entre todos los seguidores del equipo. Ningún sentimiento en el mundo puede igualarlo. Realmente sentí el espíritu de los celtistas», dice. Tanto es así, que aunque no habla español, sí se ha aprendido los cánticos y proclama que «el Celta es el mejor equipo de Galicia».
Karim, de 54 años, se encuentra ahora en la fase de captar a más adeptos para la causa celtista. Empezando por su hijo, de 14, que el acompaña en Galicia estos días. «Él es del Barcelona, pero disfrutó mucho frente al Las Palmas la semana pasada. Así que parece que le irá gustando más nuestro equipo y espero que sea así». También a sus amigos les va sonando cada vez más. «No se conoce mucho, pero a base de ver yo los partidos con la camiseta y hablar de ello con gran orgullo, ya empiezan a saber de qué va».
«Mis amigos dicen que estoy loco por apoyar a un equipo desconocido en mi lado del mundo», confiesa. Él acepta el comentario de buen grado. «Cuando el Barcelona visitó Balaídos fui a ver el partido con ellos con la camiseta. Se reían diciendo que nos ganarían por muchos goles. Yo respondía que ya veríamos. Ganamos 4-3 y entonces fui yo que el que me reí. Decían que había sido pura suerte, pero con el Madrid en Copa se repitió la historia», presume.
Y cuenta que Míchel Salgado es muy conocido en Dubai, pero que sin embargo se le asocia con el Real Madrid y «poca gente conoce su vínculo con el Celta». El propio Karim se postula como el mejor emabajador del celtismo en su tierra. Pero de un celtismo con sello muradano.