Un puñado de arbitrajes controvertidos agitan la liga de los celestes

Lorena G. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Las decisiones del colegiado ante el Villarreal fueron las últimas polémicas de una lista importante

14 mar 2017 . Actualizado a las 11:45 h.

Roberto Soldado, con la cara, ajustició al Celta en Balaídos media hora después de haber cometido una entrada muy dura sobre Marcelo Díaz que el colegiado, Melero López, solo consideró merecedora de tarjeta amarilla, y tras comprobar el daño que se había hecho el internacional con Chile. El colegiado perdonó la expulsión al futbolista que acabó dando el triunfo al Villarreal y escribió así el último capítulo hasta la fecha de una lista de decisiones arbitrales, más o menos gruesas, que han acabado pasando factura al Celta

Las Palmas

Expulsión y penalti. Fue precisamente Melero López el colegiado que dirigió al Celta en Las Palmas en un partido que acabó con los celestes muy enfadados consigo mismos y con el colegiado, que consideró que una jugada nacida fuera del área de Sergi Gómez era penalti después de que Boateng lo reclamara una y otra vez. La pena máxima subió al marcador y azuzó a un rival que estaba en plena remontada y que acabó empatando. 

Valencia

Carrusel de faltas. El Celta consiguió vencer en Balaídos al Valencia (2-1) a pesar de tener que convivir con las decisiones de un Clos Gómez que fue protagonista en la primera mitad de la contienda pitando un rosario de faltas en contra de los vigueses y permitiendo todo a los valencianistas. A mayores, premió a los entonces hombres de Prandelli con un penalti por un forcejeo entre Costas y Rodrigo, pero no castigó con pena máxima a Garay por un mano a mano con Guidetti

Éibar

Doble rasero. Las decisiones del andaluz Munuera Montero en Éibar no fueron de trazo grueso, sino más bien sibilinas. En el partido contra el equipo armero el Celta se encontró muy pronto con un gol en contra y con una toma de decisiones arbitrales que le perjudicaba una y otra vez, desquiciando a los hombres de Eduardo Berizzo, que estaban buscando una remontada que no encontraron. 

Athletic

Penalti y expulsión. Los duelos entre el Athletic y el Celta están siendo de alto voltaje en los últimos años. Por fútbol y por polémicas. La visita a San Mamés de los vigueses no estuvo exenta de decisiones controvertidas. Martínez Munuera minó a faltas a un Celta que se adelantó en el marcador y que acabó perdiendo después de que el colegiado decretase un penalti de Roncaglia sobre Williams. El argentino, a posteriori, manifestó que había sido el vasco el que había buscado su pie desde el primer momento. Los vigueses acabaron jugando con un hombre menos los diez últimos minutos y en el descuento marcó San José. 

Atlético

El penalti de Carrasco. El del Calderón fue un partido tran atractivo como loco y Hernández Hernández también quiso su dosis de protagonismo. El colegiado canario obvió una caída de Fernando Torres ante Roncaglia, pero a cambio premió a los colchoneros con una pena máxima por un piscinazo de Carrasco que el Niño no convirtió en gol. 

Sporting

Impidió un gol legal. El equipo de Gijón se adelantó en el minuto 48 al convertir en gol un penalti de Moi Gómez que castigaba un pie de Planas que Carmona se encontró y que remitió a los once metros. El lateral del Celta enmendó su fallo en el arranque del segundo tiempo al superar a Cuellar y marcar un gol legal en la recta final que habría dado el triunfo a los vigueses, pero De Burgos Bengoechea, a instancias del linier, se negó a que el tanto subiese el tanto al marcador al entender que había fuera de juego. 

Espanyol

Expulsión y faltas. La visita del Espanyol a Balaídos estuvo mediatizada por las decisiones de Jaime Latre, que lo pitó todo en contra de los locales y que acabó expulsando a Fontás en el minuto 43 después de que, tras irse al suelo a interceptar un balón, le rebotase en la mano. Una decisión que no tuvo su reflejo en la recta final, cuando el árbitro obvió una mano de Dani López. Lo más desquiciante para los vigueses habían sido las decisiones sibilinas que acabaron desestabilizando a los anfitriones, que empataron.