Uno salva en Liga, otro en Europa

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Sergio brilla bajo palos en el torneo continental y Rubén en el doméstico

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mucho se ha hablado de la portería del Celta esta temporada. Primero porque no llegó el tercer meta reclamado por Berizzo, luego por las consabidas rotaciones, y ahora por el rendimiento que Sergio Álvarez y Rubén Blanco están ofreciendo bajo palos.

La última semana fue una especie de reválida que los dos guardametas superaron con nota. El de Catoria fue uno de los héroes del Celta en Járkov, manteniendo con vida al equipo hasta que los delanteros y los goles entraron en acción, y el de Mos al encargarse de desbaratar en El Molinón cuanto intento hizo el Sporting de Gijón, más allá de los once metros.

Ambos encaran la recta final de la temporada en su mejor momento de juego. Con los reflejos afilados y la confianza a buen nivel a pesar de que las rotaciones -y las lesiones en el caso de Rubén- han cortado su continuidad. En Gijón Berizzo dejó claro que ahora mismo es Rubén Blanco el futbolista en el que piensa para la Liga, por lo que todo indica que Sergio Álvarez puede seguir siendo el encargado de la portería en la Europa League. La teoría de un meta para cada competición que ratifican las estadísticas, ya que mientras los números del Gato brillan en Europa, los de Rucho lo hacen en la competición doméstica.

El partido frente al Shakhtar Donetsk fue un compendio de lo mejor del repertorio de Sergio. Realizó paradas de todo tipo y presumió de sangre fría en una competición en la que ha disputado cuatro partidos y realizado 16 paradas, encajando únicamente dos goles. Rubén, por contra, ha recibido seis dianas en la Europa League en otras cuatro contiendas, ha ejecutado 11 paradas y promedia 2,8 por partido.

Los números del Gato, pero también las sensaciones, indican que el de Catoira se pasea por la Europa League como si fuese su territorio natural y no un sueño hecho realidad.

En Liga, sin embargo, la decoración cambia. Rubén ha jugado 10 partidos y ha encajado 13 goles, mientras que Sergio ha disputado 14 y recibido 24. Las paradas del mosense ascienden a 27 en sus diez contiendas, mientras las de Álvarez se sitúan en 29 en 14 partidos. Mientras Sergio salva 2,23 goles cada 90 minutos, el promedio de Rubén se eleva a los 2,7. Sergio concede 1,7 tantos por encuentro y Rubén 1,3.

Pero incluso más allá de lo que indican las cifras, han sido las sensaciones las que han alimentado la confianza de los porteros en los últimos tiempos. Contra el Shakhtar el Gato abortó una doble oportunidad de Kovalenko, una tijera de Taison y otros tres balones envenenados en el segundo tiempo. En El Molinón, Rubén entró a todo trapo al partido deteniendo cuatro balones de gol en los primeros 17 minutos y animándose a cortar, entre otros, un cabezazo envenenado de Traoré. Paradas de reflejos que confirman el buen momento de la portería del Celta, que donde no consigue ponerse las pilas es desde el punto de penalti.

Con el equipo vivo en Liga y Europa League, prolongar el estado de forma de los dos canteranos será determinante.

El Celta, un punto menos que la temporada pasada

El Celta se ha plantado en la jornada número 24 de la Liga con 34 puntos, tan solo uno menos de los que el grupo de Eduardo Berizzo tenía a estas alturas de la temporada pasada. Además, los vigueses todavía tienen pendiente disputar el enfrentamiento aplazado en su día contra el Real Madrid.

A pesar de que los célticos han reeditado la semifinal de la Copa del Rey y han introducido en su calendario ocho encuentros de la Europa League, han sido capaces de mantener un rendimiento a la altura del de la temporada pasada en Liga.

Los celestes llevan esta campaña diez victorias, cuatro empates y nueve derrotas, mientras el curso pasado, tras la jornada 24, habían acumulado diez triunfos, cinco partidos empatados y nueve encuentros perdidos.

Los 35 puntos de la liga 15/16 le valían al equipo para estar octavo en la clasificación empatado con el Athletic Club, que era séptimo, y tener un punto menos que el Éibar y cinco menos que el Sevilla. Este curso hay más tráfico en la lucha por la sexta plaza, que ocupa el Villarreal con 39 puntos. El Athletic Club es séptimo con 38 y el Éibar tiene los mismos que los bilbaínos. El Espanyol, el rival de mañana del equipo, dispone de un punto más que los vigueses en su cuenta. Una diferencia que un triunfo local este miércoles destruiría.