Un gol inverosímil de Hicham permite remontar al Celta B

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Las imágenes confirman que entró el tanto, mientras los jugadores del Lealtad decía que había salido fuera y entrado con posterioridad

27 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El héroe del partido de Barreiro fue el linier. Mientras el Lealtad protestaba y abría un boquete en la red de su portería y el público dudaba sobre si el obús de Hicham había entrado o se había metido en la portería después de pegar en el lateral de la red por fuera, el asistente de Álvaro Moreno se mantuvo con el banderín erguido en todo momento. Lleno de razón, como confirmaron las imágenes después. Sin necesidad de ojo de halcón. Una jugada, que unida al gol de Borja Iglesias, permitió al Celta B firmar una remontada que le acerca un poco más al play off de ascenso a Segunda.

El partido fue otro cantar. Un penalti absurdo atascó al Celta B, que tuvo una buena puesta en escena ante un rival que defendía con once en campo propio y por detrás del balón. En la primera llegada del Lealtad, Gus Ledes cometió un ingenuo penalti que Grande convirtió en gol pese a tirarlo a media altura. Iván Villar, que volvía a la portería, se quedó a un palmo de atraparlo.

El 0-1 bloqueó al filial, sin la brújula de Gus Lede, e incluso los asturianos pudieron marcar el segundo en un rechace tras un lío innecesario de la zaga viguesa que salió fuera por centímetros.

Con un fútbol horizontal y previsible, el Celta B no encontraba los caminos hacia la portería de Porrón, hasta que Ledes adivinó una grieta por el centro de la defensa rival para entregar el balón a Borja Iglesias para que empatase de tiro cruzado. Faltaban cuatro minutos para el descanso y el asedio fue total, pero sin éxito.

Las ideas tampoco aparecieron en el vestuario, con un Celta B muy arriba pero sin apenas remate, y con un Lealtad encantado de esperar atrás. Mera, con un tiro cruzado, y un par de amagos de Borja Iglesias era todo el rédito vigués hasta que llegó el lance de la discordia, un tiro cruzado de Hicham, casi sin ángulo, que en apariencia se marcha por el lateral pero acaba dentro de la red. El céltico no lo celebró de inicio, pero el línea dio el tanto, lo que provocó la masiva protesta de los asturianos, que aprovecharon para estirar un lateral de la red. El asistente se mantuvo en su criterio y tras un largo suspense el tanto subió al marcador.

No hubo mucho más pese a los cinco minutos de alargue. El Lealtad colgó balones sin peligro y el Celta tuvo un par de contras para sentenciar que no llegó a concretar. Mientras todo el público todavía mantenía la duda sobre la jugada del partido. Un gol legal que puede tener su peso en oro.