El sueco provocó el penalti en un lance de pillería y fue un ejemplo de oficio y entrega
24 feb 2017 . Actualizado a las 19:26 h.John Guidetti fue uno de los hombres clave del duelo de ayer. Firmó un partido prácticamente perfecto, seguramente de los mejores desde que se incorporó al equipo en el verano del 2015. Extramotivado en las grandes citas, ayer supo reflejar ese estado de ánimo sobre el terreno de juego de la mejor manera posible. Con entrega y esfuerzo que fueron acompañados de acierto. Al lado de un Aspas inconmensurable -también de un Pione que fue en esta ocasión de los más discretos-, el sueco puso entrega y también descaro para acabar siendo protagonista de la jugada decisiva del partido.
Eduardo Berizzo, que decía hace unos días que el moañés le convencía más partiendo desde la banda, volvió a apostar por alinearlo junto al sueco, que se dejó caer a banda siempre que fue necesario. A nadie se le escapaba que acceder a octavos pasaba por marcar al menos un gol y el que forzó los 30 minutos a mayores lo desencadenaron entre ambos. Uno provocando el penalti y otro convirtiéndolo. Luego se sumaría Cabral para redondear la noche.
Pero antes de la explosión del 0-2 -en la que Guidetti acaparó la atención de la cámara con su celebración-, el sueco había hecho un ejercicio de sacrificio y de esa «entrega total» que el Toto nunca se cansa de elogiar en sus futbolistas. La lucha del delantero, que no estuvo afortunado de cara al gol en primera persona con un par de intentos claros fallidos, sí fue el que protagonizó la caída dentro del área en la que el colegiado vio penalti.
Iago Aspas materializó desde los once metros para forzar el tiempo añadido y el sueco, que apenas ha completado un puñado de partidos durante la temporada y media que lleva en el Celta, se vio abocado a disputar 120 minutos, ya que la prórroga llegó cuando Berizzo ya había formulado los tres cambios. Los minutos solo le pesaron lo justo. Incluso se permitió alguna carrera dejándose el alma al final los primeros 15 minutos adicionales.
Presionando en todo momento y luchando cada balón, el atacante se echó el equipo a la espalda junto con Aspas. Y tiró de oficio. El que muestra dejándose caer en el penalti, pero también interpretando el partido como nadie, gestionando las pérdidas de tiempo y remando para que se consiguiera el objetivo. Y, al a vez, sin dar una pelota por perdida.
Se vio, además, al John Guidetti que en ocasiones se echa de menos, el más generoso y que primó lo colectivo por encima de lo individual. Participativo y solidario, encontró su mejor versión en el mejor momento. En el de llevar al conjunto celeste a los octavos de la Europa League.
Aspas: «Por esto y por más cosas ha merecido la pena volver al Celta»
Iago Aspas se mostró «muy contento» tras conseguir el billete a los octavos de final de la Europa League y aseguró que se trata de un «día histórico» para el club vigués tras haber derrotado al Shakhtar partiendo con desventaja por el resultado adverso del partido de ida.
«Es un día histórico para el Celta», dijo un exhausto Aspas, autor del gol del empate desde el punto de penalti en el minuto 91. «Hemos merecido la clasificación y creo que tuvimos muchas ocasiones para haberlas metido antes, yo tres en la primera parte. Solo por la gente que está con nosotros vale la pena», dijo en declaraciones a beIN Sports.
Preguntado por esa pena máxima, el jugador de Moaña explicó que estaba tranquilo pese a la importancia del lanzamiento. «Tenía tranquilidad y estaba confiado en que lo iba a meter. Así ha salido», añadió con satisfacción el atacante de los vigueses.
También se reconoció «cansado». «Ahora tenemos que recuperar un poco en el viaje y pensar ya en el partido del domingo», comentó Aspas, que dedicó el pase a octavos a su familia, su pareja y su hijo. «Son momentos especiales que no se viven todos los días. Por esto y por muchas más cosas ha valido la pena volver al Celta», finalizó Aspas, que considera que solo han tenido un «pequeño lunar» esta temporada con la semifinal del Alavés en Copa.
Otro de los canteranos del equipo, de los que fueron partícipes en su día del ascenso, el capitán Hugo Mallo comentó a través de Instagram: «Quién dijo que no se podía? ¡Este equipo nunca se rinde».