La humedad subterránea ha convertido al césped de Balaídos en inestable

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Es la explicación para que el juego sea más lento

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:11 h.

Un año después de invertir 400.000 euros en cambiar el césped, el verde sigue siendo un enemigo para el juego del Celta. Desde hace tiempo se percibe que el campo está blando y se rompe con facilidad, lo que provoca que los célticos necesiten un control más para manejar el balón, lo que ralentiza su forma de jugar y le da un respiro al rival para organizar su sistema defensivo. El problema radica en la humedad subterránea que existe en la zona, ya que es lugar de tránsito para el río Lagares.

Berizzo habló ayer del problema. «El campo tiene una humedad subterránea difícil de controlar. La solución no es cambiar el césped porque la humedad volvería a afectar al nuevo. La gente especializada debe encontrar una solución», comentó el técnico, único del club que habla sin tapujos de cualquier cuestión relacionada con la institución. Y como entrenador, también incidió en lo que significa para su equipo: «Es un campo inestable que te obliga a un control más, a un toque más del balón y eso ralentiza el juego y te expone a jugar espacios grandes y todo el mundo cuando arranca se resbala».

Incluso, ese estado del campo podría estar detrás de los problemas de jugadores como Hugo Mallo, que el jueves ante el Shakhtar tuvieron que estirar en más de una ocasión, aunque Berizzo no quiso profundizar en este aspecto: «el campo te obliga a un ejercicio muscular de frene arranque mayor, pero no podría asegurarlo».

Desde que el club asumiera el coste del cambio de césped, realizado por la empresa Royal Verd, que también se encarga de las tareas de mantenimiento, el campo siempre ha atrevasado por problemas. En apariencia, en cada partido, ofrece un excelente estado, pero cuando comienza a ser pisado ya cambia hasta el aspecto visual. Se levanta, se nota muy blando y los jugadores coleccionan resbalones. En uno de ellos, el pasado jueves, el Shakhtar encontró una autopista para el gol del triunfo.