El presidente del club celeste se mantiene firme en la idea de dotar de patrimonio al Celta
18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente del Celta, Carlos Mouriño, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se reunieron el pasado miércoles a primera hora de la mañana en la alcaldía. Este encuentro de los dos mandatarios es el primero que trasciende después de que el máximo accionista del club diese a conocer su decisión de no vender sus títulos al conglomerado chino que estaba interesado en hacerse con el control del club. Era, además, la primera reunión discreta después de que Caballero se situase en el primer plano de la actualidad deportiva por su gestión del polémico aplazamiento del partido contra el Real Madrid por el temporal.
El encuentro del regidor y el máximo accionista del Celta tenía miga. Aunque la campaña para trasladar a la opinión pública sus argumentos para la venta del Balaídos parece haber finalizado, Mouriño Atanes se mantiene firme en la idea de dotar de patrimonio al Celta. A lo largo de los meses de octubre, noviembre y diciembre el presidente del Celta le trasladó a Caballero sus pretensiones, pero la respuesta, tanto pública como privada del regidor, fue siempre la misma. Balaídos no estaba en venta.
Visto que una de las partes se empeña en comprar y la otra en no vender, una tercera vía con la que se especula es la posibilidad de que se reviese el convenio que rige el uso de Balaídos, intentando dar al club más opciones en cuanto a explotación comercial.
La reunión del miércoles llegó además en un momento de gran popularidad de Abel Caballero entre el celtismo, después de su gestión del aplazamiento del partido frente al Real Madrid. Tras verse en la alcaldía el miércoles, el jueves Mouriño y el regidor coincidieron de nuevo. Esta vez fue con luz y taquígrafos en el palco de Balaídos en la Europa League.