Delirante suspensión del Celta-Madrid

X.R.C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El Concello de Vigo emitió por la mañana un informe señalando que no podía garantizar la seguridad de Balaídos tras los desprendimientos pero LaLiga tardó 12 horas en tomar la decisión

05 feb 2017 . Actualizado a las 19:14 h.

El Celta-Real Madrid quedó suspendido a última hora del sábado. Casi doce horas después de que los técnicos municipales del Concello de Vigo emitiesen un informe dando cuenta de los desperfectos causados por el temporal en la cubierta de la grada de Río de Balaídos que impedían garantizar la seguridad de los asistentes al partido. La Liga emitió un comunicado anunciando que propondrá posibles fechas a la Federación para disputar la contienda y que pueden estar muy relacionadas con la supervivencia de ambos en sus respectivas competiciones continentales.

Fue un día delirante. Desde el momento que Abel Caballero, el alcalde de Vigo, anunció que no se podía jugar tras visitar el estadio de Balaídos y comprobar los desperfectos. Por motivos de seguridad. «Todos los técnicos coinciden en que no es aconsejable jugar el partido porque no se puede garantizar al 100 % la seguridad de las personas. El viento sigue moviendo algunas de estas chapas. Es imprescindible que los bomberos las afiancen pero no se puede utilizar la escalera con este viento porque es peligroso para los propios profesionales. Hay que esperar que el tiempo calme y es probable que la obra requiera de días».

El informe redactado por los técnicos municipales en la misma dirección fue enviado a la LFP para que procediese a la suspensión del partido. En el mismo se pone de manifiesto el «desprendimiento de 20 metros cuadrados de la chapa de cubrición, parte de la subestructura del soporte desplazada y otras chapas desplazadas con riesgo inmediato de desprenderse». Para solucionarlo, indican en el informe que entre otras condiciones necesitan que «las ráfagas de viento no superen los 40 km/h, lo que no se prevé que ocurra de forma continuada por lo menos hasta el martes». Por este motivo aseguran que «se hace imposible el uso de las instalaciones con garantías de seguridad ante el riesgo de nuevos desprendimientos de chapas y lo imprevisible del desplazamientos y afección de las piezas desprendidas en su caída que pueden afectar a los graderíos y al terreno de juego».

Pero la patronal de clubes demoró su decisión durante toda la tarde. Y en ese tiempo se fue conociendo que el Real Madrid quería jugar a toda costa, solicitando que se acotase la zona afectada o que se llevase el partido a Santiago o a Gijón, manteniendo hasta el último momento su plan de viajar en la mañana de hoy hacia Peinador. El Alavés se unió a la fiesta pidiendo el aplazamientos de la semifinal de Copa si no se jugaba hoy en Balaídos. En todo momento se aducía al apretado calendario del Madrid sin tener en cuenta que es el Celta el que está vivo en tres competiciones.

De un modo paralelo, la cosa fue empeorando a lo largo de la jornada en Balaídos. Si por la mañana se evaluaron los daños de la voladura de 40 metros de uralita en la cubierta, cuyas láminas cayeron sobre el rectángulo de juego, por la tarde el viento que azotó Vigo fue deteriorando más el techo. Además, el viento también destrozó las cristaleras de los palcos VIP y causó otro tipo de daños. Buena muestra del temporal es que el avión que trasladaba a los árbitros a Vigo no pudo aterrizar en Peinador y el vuelo fue desviado a Santiago.

Pasadas las nueve de la noche la LFP hizo público un comunicado indicando que «LaLiga propondrá posibles fechas para disputar el citado partido escuchando la opinión de los clubes y los operadores de televisión, para que el presidente de la RFEF decida, (...) para fijar la fecha de un partido aplazado, y que habitualmente delega en Competición». Los clubes fueron los últimos en oficializar la suspensión. El Madrid pasadas las 22 horas con un escueto «Celta-Madrid, suspendido según un comunicado de la LFP» y los vigueses a renglón seguido con un tuit en donde indicaba que «LaLiga comunica la suspensión del partido». Una hora después anunció que las entradas serían válidas para la nueva fecha, todavía por designar. Si los dos llegasen hasta el final en sus respectivas competiciones continentales solo podría ser en mayo en la semana anterior a finalizar la Liga. Será la Federación la que tendrá que mover ficha al respecto.

La reforma de la grada afectada está adjudicada y se acometerá al acabar el curso

La construcción de la grada de Río data del año 1982, coincidiendo con el Mundial. Desde entonces ha ido pagando el desgaste del tiempo. Sin embargo, en el plan para la reforma integral prevista para Balaídos ya está contemplado un nuevo graderío, que además ya ha sido adjudicado a la empresa Copasa por valor de 5,5 millones de euros e incluso está previsto que los trabajos comiencen el próximo mes de mayo, tan pronto como acabe la Liga, para que puedan estar finalizados para el inicio de la temporada 17/18.

Caída de cascotes (alguno sobre viandantes), goteras, lluvia en las cabinas... los problemas en la grada de Río no son nuevos, pero se ven ahora aumentados por los 20 m cuadrados de cubierta que saltaron por los aires en la noche del viernes y que cayeron en el rectángulo de juego. Con el fin de ponerle remedio a todos estos problermas se apostó por la reforma de esta zona tras la inauguración de Tribuna.

El pasado 5 de diciembre el Concello de Vigo procedió a la adjudicación a Copasa (que ya había hecho la reforma de Tribuna) entre ocho constructoras interesadas de la reforma. Si se cumple el plan, en cuatro meses (entre mayo y finales de agosto) la obra debería estar muy avanzada. Los trabajos comprenderán la sustitución de la cubierta y los asientos, así como mejorar la accesibilidad al graderío.

Recurso contra la reforma

Para que la reforma vaya adelante debe superar un obstáculo legal, ya que la Asociación en Defensa de Vigo que preside el exalcalde Carlos Príncipe solicitó la paralización de la reforma presentando un recurso en el que denuncia el incumplimiento de varios puntos del convenio vigente entre el conjunton vigués y el Concello de Vigo. Príncipe argumenta que el convenio indica que el Concello solo puede realizar obras que obras que afecten a la estructura y en esta caso se está llevando a cabo una remodelación.

Si al final la reforma de grada de Río se lleva adelante, todavía quedarían pendiente los dos fondos para completar el cambio de cara del estadio.