La lluvia inunda las localidades más caras de la reformada grada de Tribuna

vigo / la voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Abonados del Celta denuncian las incomodidades que padecen en la zona recién inaugurada

04 feb 2017 . Actualizado a las 11:07 h.

Balaídos, a punto de empezar el partido entre Celta y Alavés. La grada de Tribuna -tanto alta como baja- pasa del celeste a teñirse de colores, los de los paraguas que los aficionados abren a la carrera para resguardarse de la lluvia de la que la nueva cubierta del estadio no les protege. La situación ha generado un gran malestar entre la multitud de aficionados afectados. Había ocurrido algo similar en le inicio de la Liga, pero entonces las obras estaban a medias y se suponía que era solo un inconveniente pasajero. El jueves los abonados de esta zona pudieron comprobar que van a tener que convivir con ello siempre que las previsiones meteorológicas no acompañen. «Tenemos una afición y un equipo de Primera, pero un estadio de Tercera. Es imposible estar más enfadados», comentan desde la peña Terra Celeste, que cuenta con un buen puñado de socios en estas zonas. A través de las redes compartieron varios vídeos y fotos de cómo estaban los asientos durante el choque y de las gradas vacías y anegadas a la conclusión del mismo. «Esta es la vergonzosa grada de Tribuna, por la que pagamos un pastón. Cogeremos una pulmonía pero seguirán diciendo que es muy bonita», lamentan desde esta peña, incidiendo en que sus asientos son los más caros del estadio.

A la mojadura y la incomodidad general hay que sumar los problemas de visión. Lo han sufrido también algunos miembros de Preferencia Celeste, que recuerdan que aparte de ser la grada menos asequible, fue inaugurada este mismo año. «Fue un espectáculo tremendo. Se supone que las obras están terminadas al 99 %, así que lo único que podemos pensar es que se han hecho mal», expresa su portavoz, Tomás Rodríguez. Se sienten en cierta medida incluso engañados. «Te venden la moto de que pagas por una grada que es la mejor y al final ves que es mentira», denuncia. En su caso, las quejas se circunscriben también al cambio de grada de algunos de sus socios, que optaron por pasarse a la grada de animación sin que se les devolviera la diferencia. «Volvemos a lo de siempre: no se cuida nada al abonado. La gestión del cambio de grada fue demencial».

Lluvia también en Río

Los socios de Tribuna no son los únicos que tienen que lamentar las incomodidades del estadio. Para la práctica totalidad de los asistentes a Balaídos ya es una rutina llevar algo con lo que limpiar sus asientos, con frecuencia sucios. Las fotos de cómo se los han llegado a encontrar algunos celtistas -repletos de excrementos o tierra- son habituales tras cada partido desde hace varias temporadas.

Fue peor el miércoles para un grupo de aficionados situados en la última fila de Río Alto. «Cuando llueve el agua que se acumula en todo el estadio se desliza hasta el agujero que hay justo encima de nuestros asientos», dice Javier López Pino. Esto se traduce en la imposibilidad total de ocuparlos. «Hay mil goteras por toda la grada, pero esta parte nuestra es un escándalo. Por suerte no ha llovido mucho este año», pero cuando pasa no les queda otro remedio que «ver el partido de pie en una esquina del campo después de haber pagado casi 500 euros».

Admite Javier que tras la cantidad de vídeos que se han hecho llegar al club a través de las redes hubiera una respuesta. «Esperábamos una reacción por su parte, pero no sabemos nada».