La afición, consciente de la dificultad de eliminar al Madrid, asume su papel de impulsar al equipo
25 ene 2017 . Actualizado a las 12:03 h.Coincide la afición en que la Copa es una asignatura pendiente para el equipo vigués. Y un 1-2 en el Bernabéu se antoja una oportunidad única para dejar a los blancos por el camino. Por eso la ilusión traspasa fronteras, contagia a aficionados de todas las edades y hace que sea imposible no soñar con avanzar a semifinales. Pero también saben que igual de difícil que era el resultado de Madrid será evitar la remontada. Lo que sí tienen claro es que por ellos, ya sea in situ en Balaídos, por la tele a 200 kilómetros de distancia o enterándose por los amigos por WhatsApp a 9.000, no va a quedar.
Esa última opción es la que le toca a Brais Alonso, celtista que actualmente reside en China. «Mi familia y amigos me enviarán en directo desde Balaídos fotos y vídeos de cada momento importante. WhatsApp será mi aliado -ante la imposibilidad de seguirlo por Internet- y despertaré a los chinos celebrando a las cinco de la mañana», vaticina el presidente de la Peña Milladoiro. Para que eso suceda, él habrá hecho antes su parte: «Por la mañana iré al templo budista a poner velas de incienso», comenta. Y advierte de que ya lo hizo en la ida con resultado satisfactorio.
En Balaídos estará el grueso de Centolos Celestes, con su presidente, Javi Vaz, al frente. «No contábamos con un resultado tan bueno en la ida y vemos la proeza cerca. Pero sabemos que es el Madrid, que es difícil y que en su historia han protagonizado muchas remontadas», recuerda. Y cree que es fundamental que los jugadores tengan eso presente más allá de la euforia de la afición para «evitar una exaltación que puede ser contraproducente».
De la misma opinión es Luis Suárez, de la Peña Afouteza. Pero cree en el final feliz. «La eliminatoria está al 50 %, pasaremos sufriendo, porque el rival no deja de ser el Madrid». Coincide desde Rusia Sergey Klepalov, que lo seguirá por Internet «con riesgo de al final tener insomnio durante el resto de la noche». Admite preocupación porque se trata de «un rival muy duro según la estadística de los choques y ellos no vienen a Vigo a pasear por Samil». En todo caso, subraya: «Confío en el Celta».