Mouriño descarta ahora la venta del Celta pese a no comprar Balaídos

M. S. D. / X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El presidente informó a su consejo de que ha roto unilateralmente las negociaciones con el grupo chino

23 ene 2017 . Actualizado a las 23:46 h.

Aunque los proyectos de Carlos Mouriño para el Celta siguen en punto muerto, el presidente ha dado por zanjadas de un modo unilateral las negociaciones con un grupo inversor chino encabezado por CITS para la venta de su paquete accionarial mayoritario del club. Lo hizo mediante un comunicado notarial que anula el acuerdo de intenciones firmado en su día por el mandatario céltico y el holding asiático. El empresario reconoció en diversas ocasiones que tenía una oferta en firme y que el dinero estaba depositado en una entidad bancaria.

La marcha atrás de Mouriño cuatro meses después de que saltase el asunto a la luz pública resulta sorprendente, ya que el escenario no ha cambiado. En su explicación (en el mes de octubre) el presidente se definió como un hombre de proyectos, indicando que no estaba en el fútbol por resultados y que su continuidad pasaba porque el Concello de Vigo atendiese alguna de sus peticiones para dotar de músculo patrimonial al club.

Esos proyectos apuntaban directamente a la compra del estadio de Balaídos y a la construcción de una ciudad deportiva, relatando también todas las ideas que había presentado al Concello de Vigo para dotar de patrimonio al club y que habían sido desechadas por el gobierno municipal vigués (los diferentes enclaves para la ciudad deportiva, la Facultad del Deporte del Colegio Hogar...). Aspectos todos ellos que defendió más tarde en su campaña denominada «Proxecto Celta: futuro, arraigo e estabilidade», que le llevó a dar charlas ante los diferentes auditorios de la ciudad, foro en el que añadió la idea de construir un estadio nuevo en cualquier otro punto del municipio o incluso en algún concello limítrofe.

Sin embargo, nada ha cambiado. Mouriño Atanes se ha reunido con los grupos municipales de En Marea, que ha vuelto a reiterar que Balaídos no está en venta, y el Partido Popular, que apuntó como posible salida una nueva concesión administrativa del estadio, pero siempre bajo la custodia municipal. También tuvo un contacto con Ciudadanos (sin representación). Al presidente le queda ahora pendiente la reunión con el grupo de gobierno del PSOE, pero Caballero volvió a reiterar ayer la idea inicial: Balaídos no está en venta.

La falta de avances en su proyecto, sin embargo, no ha sido impedimento para que Carlos Mouriño haya dado carpetazo a la negociación con CITS, decisión que ayer trasladó al consejo de administración en una reunión celebrada por la mañana. La negativa significa la renuncia a una operación de unos 100 millones de euros, cantidad en la que se estimaba la venta del paquete mayoritario (sobre el 65 %) del presidente.

La ruptura de las negociaciones sienta además un precedente y parece casi imposible que en el futuro un grupo chino negocie de nuevo la compra del Celta tras el frenazo de Mouriño a la operación cuando ya estaba encaminada -incluida la visita de una delegación a Vigo para conocer las instalaciones del club -.

La continuidad del presidente al frente del Celta abre un nuevo escenario. La primera incógnita es saber si este giro significa que la familia Mouriño va a quedarse en el club -una idea que el propio accionista mayoritario apuntó como posible- y si existe una tercera vía para la dirección de la entidad a largo plazo. También, si hay plan en marcha para dotar de músculo patrimonial y financiero al Celta.