Jugar como juega el Celta sin creer, sería algo imposible condenado al fracaso. Berizzo tiene muy clara su apuesta, su modelo de juego y los futbolistas creen en él. Quizás por esto el período de adaptación de los nuevos es superior a otro estilo de juego.
En el Bernabéu el Celta llevó el partido primero a donde pudo y luego a donde quiso. Al principio del encuentro el empuje del Madrid acabó metiendo a los vigueses un poco atrás, pero el Celta estuvo muy bien posicionado defensivamente, tapó muy bien por dentro a Modric y Kroos.
Daba la sensación de que el Celta estaba muy concentrado atrás, asumiendo pocos riesgos, y con Bongonda y Wass ayudando en banda para limitar el caudal ofensivo del Real Madrid. Hubo momentos de sufrimiento, aunque los de Zidane no dispusieron de ocasiones claras, pero en el segundo tiempo tras los ajustes el Celta apenas sufrió y solo Benzema tuvo una ocasión clara.
Para la vuelta espero a un Madrid incisivo y en tromba, con la presión alta y que intentará desbordar con sus individualidades y la clave de todo será mantener la propia entidad, algo que seguro que va a hacer Berizzo. El Celta va a jugar a los suyo, con su idiosincrasia.
Pienso que va a tener mucha importancia el aspecto emocional. Será un partido en donde se va a sufrir y el apoyo de la afición será clave.
Mi preocupación para este mes es que la plantilla no se quede un poco corta porque el Toto está utilizando asiduamente a 14 o 15 jugadores. Por ejemplo, en la vuelta copera las opciones de suplir al Tucu pasan por llevar a Aspas a la banda o a Pione Sisto, aunque hoy le puedes pedir a Iago cualquier cosa, que le va a salir.
Álvarez-Buylla «coach» deportivo, máster en psicóloga deportiva y entrenador