La portería al fin respira tranquila

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LA VOZ / REDACCIÓN

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Ante el Alavés el Celta no concedió goles en casa por primera vez en la temporada

16 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Melero López decretó el final del encuentro en Balaídos el Celta se metió en el bolsillo tres puntos y zanjó un capítulo cargado de números y aristas en clave positiva. La primera bendición del duelo contra el Alavés fueron los tres puntos. Los vascos se estaban especializando en sacar rendimiento a domicilio sin importarle el nivel del rival -véase su visita al Camp Nou o al estadio del Villarreal- y a los hombres de Berizzo les costó lo suyo imponerse.

Más allá de la victoria, lo más llamativo del partido estuvo en la portería propia. Por primera vez en Liga, los hombres del Toto consiguieron dejar su meta a ceros en Balaídos. Al décimo intento obró lo que ya parecía un milagro. A pesar de que lo celestes han cuajado durante lo que va de campeonato buenos partidos en su estadio, o grandes errores en cadena o pequeños fallos no forzados siempre acababan pasándole factura. El último ejemplo, la visita del Valencia en Copa. Un fallo no forzado y gol en contra. En total, 16 tantos recibidos por Sergio Álvarez y Rubén Blanco que han costado más de un disgusto a los vigueses.

Secar al Alavés conllevó un ejercicio de desgaste y trabajo conjunto del minuto uno al 94 que a punto estuvo de irse al traste en uno de los contragolpes tardíos de los de Pellegrino, que se despidieron de Balaídos con nueve disparos de los que solo uno enfiló portería. En todo caso, la falta en la frontal del área del descuento añadió el punto de suspenso que parece inevitable esta temporada en el municipal vigués.

Pero no encajar en la jornada de ayer va más allá del mérito como locales. Los problemas célticos a la hora de recibir goles son extensivos a domicilio y desde que el equipo había ganado 0-2 al Espanyol, allá por finales de septiembre, no había logrado resguardar su portería con éxito en liga. Casi cuatro meses en los que el vestuario celeste insistía una y otra vez en la necesidad de mantener la concentración y afianzar las ayudas para evitar los goles. Pero no había manera. Al menos, hasta ayer.

En el podio de locales

Con la visita del Alavés el Celta bajó el telón a la primera vuelta de la temporada en casa y lo hizo en el podio de equipos con más puntos logrados en su estadio. Los célticos han convertido Balaídos en su granero particular y siete de las ocho victorias que suman han tenido a la afición celeste como testigo.

Los vigueses suman 21 puntos después de 10 encuentros en Balaídos, tres menos que el Sevilla, el mejor local, que se va hasta los 24 tras su triunfo de ayer ante el equipo de Zidane y dos menos que el Real Madrid, que ha jugado nueve partidos en el Bernabéu.

En cuanto al balance de goles que arroja el encuentro, los números célticos también son positivos. Los hombres del Toto han marcado 19 goles y han recibido 16, de los que cuatro se corresponden a los encajados frente al Atlético, tres fueron frente al Barcelona y otros tantos contra el Sevilla de Sampaoli. Golpes duros, pero no definitivos.