Aspas se reencuentra con el primer capítulo de su leyenda celeste

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

No ha vuelto a jugar frente al Alavés desde que sus dos tantos certificaron la permanencia en Segunda en el 2009

14 ene 2017 . Actualizado a las 16:35 h.

La lista de partidos memorables y de logros de Iago Aspas con el Celta es larga y ha crecido de manera notable en los últimos meses. Pero posiblemente el primer encuentro de esa lista -quitando su debut un año antes de la mano de Alejandro Menéndez- sea el que disputó el 6 de junio del 2009 frente al Alavés, el mismo rival contra el que los celestes juegan mañana y con el que ni el equipo vigués ni el propio Aspas habían vuelto a coincidir desde entonces.

En las vísperas del encuentro de hace siete años y medio que supuso la salvación de un Celta de Segunda y en riesgo de perder la categoría se hablaba de que era «momento de acabar con la pesadilla». Así titulaba La Voz en referencia a que sumar espantaba los fantasmas de un descenso que podría haber supuesto la desaparición del club. Se hablaba también, casi como anécdota, de la presencia de dos canteranos en la convocatoria de Eusebio Sacristán para aquel partido. Eran Joselu y Iago Aspas.

El hoy deportivista no llegó a tener minutos, pero sí un Aspas que llevaba tiempo despuntando en las categorías inferiores y que en la previa ya había avisado de sus intenciones en caso de tener la oportunidad de jugar. «Espero aportar calidad, técnica, garra y ganas 200 %», señalaba. Y se definía como «una persona nerviosa», pero aseguraba que si llegaba a jugar iba a aportar su «granito de arena para que todo llegara a buen puerto».

Tuvo que esperar al minuto 59 para saltar al césped de Balaídos. Y revolucionó el partido en los últimos quince. Primero abrió el marcador de cabeza aprovechando un centro de su amigo y también canterano Dani Abalo en el minuto 80 y, ya con el empate en el marcador, en el 94 del partido, desató el delirio en Balaídos al anotar un segundo gol que valía la victoria y que despejaba todas las dudas al sellar la permanencia. Era el principio de su leyenda y algunos ya se lo dijeron entonces.

XOAN CARLOS GIL

«Todavía no soy consciente de lo que hice. Todo el mundo me dice que voy a pasar a la historia del Celta y yo les digo que solo son dos goles, aunque valen la salvación que tanto nos importaba», declaraba Aspas en una entrevista concedida a La Voz al día siguiente el partido. Pasaba así Aspas de ser un joven de 22 años que había entrado en la convocatoria por las bajas de los goleadores del equipo a convertirse en héroe. Reconocía haber cumplido «un sueño de pequeño», pero trataba de seguir con los pies en el suelo: «Solo llevo tres semanas con Eusebio. La ficha con el primer equipo me la tengo que ganar».

Este mismo año, y con motivo del mejor momento de la carrera de Aspas y de su debut con la selección española, su madre, María Juncal, echaba la vista atrás para retrotraerse también a ese partido. «Nunca le vi tan feliz como ese día. Fue salir y marcar. Por nada quería que el Celta bajara», comentaba poniéndolo a la altura de muchos otros grandes momentos que han venido luego. «Es un partido que ni él ni su familia vamos a olvidar nunca».

Mañana el joven canterano que salvó al Celta del descenso a Segunda B se reencuentra con el Alavés -que sí bajó aquel año-, con ambos equipos en la máxima categoría y con él convertido en la auténtica estrella del equipo celeste. Una estrella que, aunque con mucho camino por delante, para muchos nació aquel día.