Mouriño dice que no necesita Balaídos ni más acciones si quiere vender

x. r. castro / lorena g. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El presidente aclara en una tensa junta general que el depósito bancario no tiene fecha de caducidad

13 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La negociación con un holding chino y la ofensiva de Carlos Mouriño para que el Celta se haga en propiedad con el estadio de Balaídos marcaron una junta general de accionistas larga y caliente que a cuentagotas arrojó puntos de luz, especialmente en el proceso de venta. El presidente tuvo que escuchar un buen número de voces críticas por parte de los accionistas minoritarios.

«Dicen que el dinero está ahí, no hay fecha de caducidad, si llega (el holding chino) a hacer la oferta puedo aceptarla o rechazarla, igual que ellos pueden rechazarla porque está en una cuenta de ellos, no hay ningún documento de compromiso entre ellos y nosotros, si se retiran no faltan (a ningún compromiso), otra cosa es que hubiera algo firmado. Lo único firmado es la cláusula de confidencialidad. Si ellos mañana ponen una oferta, mañana mismo la puedo firmar», comentó Carlos Mouriño después de tres horas de reunión con un centenar de accionistas, aunque en el auditorio estaban representadas el 61,12 % de las acciones.

En su exposición, y después de la interpelación de algunos accionistas, el presidente siguió su hoja de ruta habitual, pero con alguna pincelada novedosa. «Demuestre usted -le dijo al abogado Pablo Viana- que hay algún documento firmado. No hay aval a nombre del Celta, solo le dijimos que al pasar la oferta en firme depositaran el dinero para saber que lo tienen, en dos cuentas además. Es un depósito para demostrar que tienen el derecho», explicó.

Ante los accionistas, Mouriño Atanes quiso dejar claro dos aspectos: que no necesita comprar Balaídos ni más acciones para cerrar el acuerdo. «No necesito tener una mayoría superior a la que tengo para vender las acciones ni tener Balaídos, ninguna de esas dos cosas tiene que ir ligada». Previamente había dibujado los tres escenarios posibles que viene repitiendo (comprar Balaídos y seguir, vender a los chinos, o quedarse de brazos cruzados). En este sentido volvió a reiterar que habían presentado seis o siete proyectos para la viabilidad futura del club y ninguna había sido atendido.

A la conclusión del tenso cónclave no dio pistas acerca de si será el presidente del club la próxima temporada.

Una subasta pública como opción

Muchas fueron las propuestas y los datos que aparecieron a lo largo de la junta general. Mouriño reconoció que no existe posibilidad de venta directa para Balaídos pero sí una subasta pública; una peña emplaza a Caballero a que mantenga un encuentro con los colectivos celestes y hasta hubo una opción para que los accionistas minoritarios puedan hacerse con el club.

SUBASTA

«No hay venta directa, que saquen una subasta pública»

Carlos Mouriño asegura que tiene claro desde el primer momento que la venta de Balaídos depende de la voluntad política y que tendría que pasar por una subasta. «¿Si es viable la compra de Balaídos? Ya lo dije, podemos no comprarlo. No tenemos el más mínimo interés en que sea Balaídos, si no es Balaídos, que nos den un terreno. Eso, si no puede ser Balaídos, aunque se soluciona si hay voluntad política. Se puede hacer». Y lo argumentó asegurando que «les dije a las peñas que primero sería un proceso político y luego una subasta pública. No hay venta directa al Celta, no la puede haber. Lo sabemos, lo decimos y lo reconocemos. Que saquen una subasta pública con toda tranquilidad». La alternativa sería un permiso para construir su propio campo.

Y entroncó con el proyecto frustrado en Valladares asegurando que desconocía el motivo por el que se había caído en su momento. «Entonces había plan general aprobado para hacer la ciudad deportiva. No había que hacer absolutamente nada. Si hay voluntad política puede salir un plan especial para hacer un campo de fútbol. Si tenemos la voluntad política, lo podemos hacer. Otra cosa es si no hay voluntad».

LA RUTA DE MOURIÑO

Primero explicar el proyecto a la ciudad, luego a los grupos y por último al Concello

Mouriño reconoció que no había pedido oficialmente al Concello que le vendiese el estadio. Y detalló la hoja de ruta que está siguiendo en su estrategia. «Primero estamos explicándoselo a la gente, luego vamos a explicárselo a los grupos municipales, y luego, al Concello». Y dejó en el Ayuntamiento la responsabilidad final. «Mi responsabilidad es exponer a la ciudadanía lo que el Celta quiere y pretende. El Celta está haciendo peticiones muy variadas», subrayó. El accionista mayoritario dejó claro además que no tiene prevista ninguna reunión con Abel Caballero.

TERRA CELESTE

Emplaza a Caballero a una reunión las peñas

Una de las cuestiones que surgieron durante el turno de ruegos y preguntas llegó a cargo de la presidenta de Terra Celeste, que planteó que, de la misma manera que Mouriño se había reunido con los colectivos celtistas para exponerles su punto de vista, el alcalde de Vigo, Caballero se junte con las peñas célticas. «Emplazo a Caballero a hacer una reunión con las peñas igual que la que organizó el señor Mouriño», apuntó la presidenta del colectivo.

PROPUESTA

Que se ponga a la venta el club a los aficionados

Filipe Abalde le propuso a Mouriño la posibilidad de poner a la venta las acciones del club a los aficionados al precio de 10 euros, considerando que en caso de no existir compra que el presidente podría marcharse con la «conciencia tranquila».

El párking previsto en el proyecto para Balaídos no se llevará a cabo

Uno de los accionistas del Celta planteó a Carlos Mouriño una pregunta relativa a las dificultades para estacionar en Balaídos y fue en la respuesta cuando el presidente del club desveló que el párking que se incluía en el proyecto de la reforma de Balaídos no se llevará a cabo.

«Primero, Balaídos lo necesitamos para no depender de nadie, segundo, para acortar diferencias con otros equipos, y tercero, porque del proyecto original retiraron el estacionamiento, que ya no se va a hacer. Si el proyecto fuera nuestro no retirábamos ese estacionamiento, seguiríamos con él», aseguró e insistió en la idea de que el club podría hacer su propio estadio en Vigo si dispusiese de los permisos necesarios.

«Por 50 millones se hace un nuevo campo», subrayó el máximo accionista, que prosiguió diciendo que «dennos el permiso dentro de Vigo para hacer un nuevo estadio. Y tampoco tuvimos contestación. Nosotros nos comprometemos a hacer un estadio nuevo por 50 millones».