La afición griega, exigente con los suyos, puede marcar un partido de rumbo incierto
08 dic 2016 . Actualizado a las 18:39 h.Adivinar si el Celta seguirá adelante en la Europa League o se despedirá tras el partido de esta noche es misión imposible. Lo que sí se puede intuir es el escenario que se encontrará en el Apostolos Nikolaidis cuando se vea cara a cara con el Panathinaikós, equipo al que dirigió el lucense Fabri González, que da algunas de las claves de lo que puede esperar a los célticos.
«O partido non terá nada que ver co que se viviu en Balaídos porque eles acaban de cambiar de adestrador e os futbolistas tentarán demostrarlle que poden ser titulares, que o merecen. O Panathinaikós, a pesar de que a nivel colectivo non se xoga nada neste encontro, estará motivado dende o plano individual por ese cambio no banquillo», analiza.
Aunque el Celta y el Panathinaikós serán los protagonistas principales de la noche, un tercer elemento entrará en juego, y es la afición. «Cando eu estaba no equipo xogabamos no estadio olímpico, agora están no Apostolos Nikolaidis, que ten capacidade para unhas 30.000 persoas, pero alí a afección apreta moitísimo». Y dependiendo de cómo avance el partido, serán los unos o los otros el objetivo de esa presión. «Se os seguidores gregos ven que o Panathinaikós se está deixando a pel no partido, apertará ao árbitro e ao Celta, pero se consideran que o seu equipo non está a dar todo o que pode a presión será para os seus propios xogadores. A presión alí é brutal, asfixiante de principio a fin e incluso con bengalas no estadio». Porque como recuerda Fabri, la afición helena es de las más exigentes del mundo y no perdona una actitud floja de su gente.
En un lado de la balanza los griegos estarán obligados a intentar despedirse de la Europa League ofreciendo una buena imagen y satisfaciendo a su entrenador, pero en el otro, saber que no se juegan nada y medirse a un rival que se dejará el alma puede pesar en su contra.
Más allá del escenario del partido, Fabri considera que el Celta está sobradamente capacitado para vencer a los griegos, un equipo cuyo talento se concentra sobre todo de medio campo hacia arriba. Fabri subraya «a calidade do dianteiro sueco Marcus Berg e a capacidade de Ledesma para organizar o xogo heleno». Pero también tiene claro que si los hombres del Toto imprimen un ritmo alto y continuo al juego, su organizador puede no ser capaz de aguantar. Al fin y al cabo, son los célticos los que se juegan el pase.