«La sensación es que es una excusa para justificar su marcha»

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El discurso del presidente no convenció a un sector importante de la afición

19 oct 2016 . Actualizado a las 10:46 h.

La propuesta lanzada ayer por Mouriño respecto a la venta de Balaídos trajo aparejada «una gran división» e incluso «una guerra» entre celtistas, según las propias palabras de algunos de ellos. Hay quienes creen que la idea es buena, pero la mayoría señalan que la ha dado a conocer a destiempo en un intento por desviar la atención del tema que ha acaparado la actualidad del club en las últimas semanas: un proceso de venta sobre el cual no despejó las dudas del celtismo.

«Queriamos que falase de a quen se vai vender e das condicións. Isto era o que demandaba a afección. Pero a motivación da súa rolda non era esa, senón escusarse con algo que sabe que non é viable», expresa el miembro del Colectivo Nós Filipe Abalde. En la misma línea se expresa Marta Saiz, de Lechuzas Celestes. «No sé hasta qué punto puede hacerse, me parece un poco como si hablamos de comprar las Cíes. La sensación es que es una excusa para irse por la puerta grande, para justificar que se marcha porque le obligan o no le dejan quedarse. Como un capricho», opina.

En la peña Preferencia Celeste el anuncio se acogió con disparidad de opiniones, como expresa su portavoz, Tomás Rodríguez. «Personalmente me parece una buena propuesta. El club necesita tener un capital inmobiliario para ser potente, como son instalaciones, sede, ciudad deportiva, estadio...». No cree que haya acertado con el momento a cuatro días del derbi. «El rival se frota las manos con la guerra que se ha desencadenado entre celtistas», señala. En su agrupación tampoco faltan quienes creen que «es una excusa barata o un intento de achacar los errores propios a otras personas, como Caballero o Elena Muñoz».

Más unanimidad existe en Lío en Río, según explica su presidente, Cé Rodríguez. «Nos quiere colar una bomba de humo en medio del proceso de venta. Habló de no mezclar deporte y política y fue el primero en hacerlo. En vez de aclarar las cosas como la afición le pedía, lo que hizo fue enturbiarlas todavía más». No consideran que un nuevo debate como el que se ha abierto sea beneficioso en este momento, como expone también Abalde: «Antes era si ou non á venda e agora si ou non a este tema de Balalídos. Agardabamos outra cousa, non que se abrise unha discusión máis».

También expresan la idea de que si Mouriño tuviera un interés real en la compra del actual estadio municipal sería para que eso redundara en un mayor beneficio para él en la venta, «ahora o cuando sea», recalca Saiz. «Suena a que si compró el Mercantil y lo llegara a hacer con el estadio el club sería más atractivo. Creo que tiene una visión empresarial muy marcada», indica al tiempo que recuerda que podría haber anunciado esta propuesta «en otro momento».

«No es una fábrica de tornillos»

Los peñistas recuerdan a Mouriño que «o Celta non é Barreras nin Caixanova» -con las que estableció una comparación al inicio de su intervención-, que no tienen «unha afección que faga recibimentos e bengaleo aos seus traballadores», según Abalde, que considera que Mouriño hizo «demagoxia». También Cé Rodríguez subraya que no se trata «de una fábrica de tornillos ni de una calderera, se mueve por cosas que no tienen nada que ver con lo empresarial. Primero se trata de meter el balón en una portería y luego se necesita un apoyo social. Sin eso no triunfas como club».

La intervención de Mouriño convenció a algunos de que «polo menos a venda non é tan inminente como se pensaba», valora Abalde. Pero otros, como Cé, muestran una visión diferente. «Dijo que solo había habido contactos, pero también que comió con los chinos, sin saber de qué grupo eran, pero con un traductor». Y rechaza que se mostrara «enfadado y sin dar explicaciones sobre movimientos accionariales y una ampliación de capital» que en su peña ven «fatal». La mayoría coinciden en que lejos de tranquilizarles, Mouriño creó nuevas preocupaciones.

Gran seguimiento, división de opiniones y nuevas dudas a través de las redes

La comparecencia de Mouriño tuvo una gran repercusión a través de Internet. Las redes sociales de la web de La Voz de Galicia dedicada al Celta, Grada de Río, así como la propia página registraron multitud de comentarios tanto a favor como en contra de lo expresado por el presidente. No tardaron, además, en surgir los interrogantes. «¿Y si quiere el estadio para tener el lote completo que vender a los chinos?», se pregunta en Facebook Francisco José Guevara. Lo mismo apunta Adelaida Vicente: «¿Es que sin eso no hay negocio? El campo es municipal y punto», zanja.

Adrián Melón advierte de que duda mucho que vaya a «conseguir ese obxectivo», mientras que Carlos Rey comenta que «xa se parece a Florentino ou a Lopera». Para Ricardo González, «esto se llama chantaje aquí y en la China popular». Algunos vieron la única finalidad de lavar su imagen: «Puxo o balón no tellado dos outros para eludir responsabilidades», expresaba un aficionado en el Twitter de Grada de Río. Otro opinaba que «se enfada por una situación generada por su silencio, ataca y no desmiente nada. En estas semanas sus acciones pasaron del 52 al 65».

«Una grandísima idea»

Para Pablo Vila, Mouriño demostró ser «el mejor presidente de la historia», mientras que César Costas calificó de «grandísima idea» la propuesta del máximo accionista del Celta. Para los partidarios del presidente, la mejor garantía es el hecho de proponer que el aval de la operación sea su paquete accionarial. «Así en el tiempo que duraría la operación de compra del estadio no podría vender el club», comenta Efrén Gómez.