«Sabía que triunfaría de nuevo»

m.v.f. / l.g.c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El entorno de Iago Aspas tenía claro que en el Celta volvería a brillar como en la primera época

10 nov 2016 . Actualizado a las 18:58 h.

Iago Aspas dejó claro una vez más que para que su mejor versión salga a la luz tiene que vestir de celeste. Y si es ante un reto importante, mejor. El moañés fue incluido en los onces ideales de la Liga y Who Scored por su partido contra el Barcelona. Quienes le conocían antes y ahora estaban seguros de que la vuelta a casa era sinónimo de éxito. 

María Juncal

«A la vuelta le cambió el carácter, está más alegre». María Juncal vivió hace dos años la pena de cualquier madre cuando su hijo se va fuera. Intuía que aquello no iba a ser lo mismo. «Lo llevé mal. Se iba lejos, y con esa pasión que tuvo siempre por el Celta... No sé lo que pensaba él, pero yo cuando supe que volvía a estaba segura de que triunfaría de nuevo en Vigo». En el equipo «se siente bien, con confianza, los celtistas le apoyan... Está donde siempre quiso». Aparte de que el Iago que regresó no es exactamente el mismo que se había ido. «Volvió más maduro. Su ilusión es jugar, no le importa el dinero. Y allí, aunque no me lo diga, sé que lo pasó mal. A la vuelta le cambió el carácter: más alegre, con sus amigos y ahora con su hijo. Padre joven y jugador del Celta como siempre quiso. Vive un momento de plenitud. Yo diría que el único sueño que le queda por cumplir es la selección, porque el esto lo tiene todo», celebra. La motivación también es mayor. «Yo le digo que ya tiene una UEFA, pero él contesta que con el Celta sería otra cosa. Casi es más forofo que jugador», confiesa Juncal. Para ella, su hijo siempre lo hace bien «pero él es muy autocrítico». «Si no tiene un buen partido lo sabe mejor que nadie. Si lo tiene le quita importancia. Como contra el Barcelona. Le felicité y solo me dijo: ‘Gracias, Ma. Estoy roto». Pero nunca le vio tan feliz como en el mítico partido contra el Alavés: «Fue salir y marcar. Por nada quería que el Celta bajara». 

Cristóbal Juncal

«Está feliz, involucrado y siendo un referente en su casa». La pasión desbordante que Iago Aspas siente por el fútbol le viene desde pequeño. No era más que un crío de siete años cuando, coincidiendo con el Mundial de Estados Unidos, fascinaba a cuantos le conocían al ser capaz de enumerar la lista de jugadores de las selecciones más peculiares. «Tú le preguntabas, ¿quién es el portero de Corea? y él te lo respondía. Era increíble», cuenta Cristóbal Juncal sobre su sobrino. Esa es solo una anécdota del historial de un jugador que ama profundamente su profesión y que hoy por hoy está más feliz que nunca. «Le veo realmente feliz, involucrado, siendo un referente y estando donde quiere estar. Eso es clave para su rendimiento», asegura Cristóbal. Sostiene el tío que a pesar de que Aspas está a un nivel estratosférico, «todavía puede dar más de sí. Los que lo conocemos sabemos de su talento y calidad, y creo que puede mejorar todavía más de cara al gol porque tiene un olfato tremendo». Cristóbal ve hoy en Aspas a un jugador «quizás más maduro, que se sacrifica tanto o más y que es más inteligente. Tiene una capacidad para leer el juego fuera de lo normal». 

Peña Iago Aspas

«Con el apoyo de su gente ha dado un gran paso». Tebi Viéitez, de la Peña Iago Aspas comenta que «ha dado un gran paso gracias a lo arropado que se siente en casa». «Por teléfono no era lo mismo. Estaba mal y no le podíamos ayudar igual. Todos sabíamos que si volvía sería el de siempre y después de dos palos volvió con más ganas que nunca». Unas ganas que para él merecen premio. «Ya tendría que estar en la selección».