«El Celta puede ser un activo valioso»

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

R. OTERO

Patrimonio, masa social, saneamiento, valor de la plantilla y escenario competitivo, avales para la venta

24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La vorágine competitiva ha pasado la posible venta de la mayoría accionarial del Celta que ostenta el presidente Carlos Mouriño a un grupo empresarial extranjero a un segundo plano. Sin embargo el cuadro vigués es un caramelo que ahora parece estar en el mercado para los fondos de inversión. Ángel Barajas y José Manuel Sánchez, dos profesores de economía con conocimientos en el mundo del fútbol, destacan que el conjunto vigués reúne todo el elenco para ser un club apetecible: saneado, con patrimonio, en Primera División y en competición europea, con una plantilla con jugadores importantes, algunos con mucho futuro, y con una masa social detrás. A lo que no se atreven es a ponerle precio. Un club de fútbol no es una empresa al uso, sino que entran intangibles que hacen indescifrables los números. 

¿Cuáles son los parámetros para ponerle precio a un club?

Ángel Barajas explica que «la metodología más común en cualquier tema de valoración es hacer un descuento de los flujos de caja que va a generar en un futuro. Se podría hacer un estudio de la tesorería que va a poder generar en los años venideros y aplicarles una tasa de descuento», apartado este último que tiene en cuenta la inflación y otra serie de elementos que pueden hacer que se erosione el valor en cuestión. El profesor de economía financiera, experto en fútbol, puntualiza en el mismo argumento que también cuentan «las fuentes de ingresos que va a tener el Celta en los años venideros, cuáles con sus compromisos de gastos que va a tener, cuál es su situación financiera actual, cuánto va a tener que devolver en préstamos y cuánto va a tener que invertir». 

¿Se trata de una venta al uso como cualquier empresa?

La respuesta de José Manuel Sánchez Santos no deja dudas: «Un club de fútbol ten as súas peculariedades. En calquera empresa os economistas dicimos que o obxectivo é maximizar o beneficio económico e as valoracións van en función da capacidade que ten a empresa de xerar ese beneficio económico pero no caso dun club de fútbol é moi distinto. O que compra un club de fútbol normalmente non é co obxectivo estrito de maximizar o beneficio económico e entón os criterios de valoración tradicionais non serven, non se poden aplicar a este sector». 

¿Qué se valora a la hora de comprar un club?

El resumen de Barajas comienza por el plano competitivo. «Estar en Primera División es una cuestión de mínimos porque el nivel de ingresos en Segunda es mucho menor, y si eres capaz de seguir en competiciones europeas te permite unos ingresos adicionales y en cierto modo abres un mercado por el que podrías conseguir más dinero». Luego aparece la valoración de la plantilla -«aunque si quieres mantener el nivel competitivo probablemente lo que hay que hacer es comprar otros o por contra, hay que ver si los actuales pueden generar plusvalías con una venta»- y también activos adicionales como pueden ser el patrimonio (en este caso la sede de Príncipe). Otro aspecto muy importante destacado por Sánchez Santos es el aspecto social: «Un elemento que se valora moitísimo é o respaldo que ten a masa social do equipo. É importante ter unha afección cunha traxectoria recoñecida que asegure que tes un mercado potencial forte». En este último aspecto el profesor de la Universidade de A Coruña pone como ejemplo negativo al Getafe «que estaba no mercado, que económicamente non estaba mal, pero que botaba para atrás a posibles inversores porque non ten detrás unha masa social que o respalde». 

¿Qué mueve a los inversores a comprar un club de fútbol?

Notoriedad, reconocimiento social y una inversión para otros mercados más que el negocio del fútbol en sí. Es la conclusión a la que llegan los dos expertos consultados. José Manuel Sánchez recurre al ejemplo del Leicester: «Aínda que pode ser unha cousa moi tanxible no tema de dicir cal é o criterio, eu diría que a propia satisfacción que pode ter o comprador polos éxitos que ten ese equipo. Sen ir máis lonxe o Leicester parece que non collen en si os propietarios máis que polos resultados económicos polo impacto que tiñan os resultados deportivos no propio país de orixe do inversor». Ángel Barajas se apunta al mismos discurso: «En el fútbol influyen muchas cosas, querer tener presencia en un determinado mercado o desarrollar algún tipo de actividades paralelas. Muchos han llegado a la presidencia de un club de fútbol poniendo y perdiendo dinero con el equipo, pero necesitaban popularidad y esto te abre puertas. Es una inversión, puede decir lo pierdo por aquí pero lo puedo recuperar por otro lado». 

¿Quiénes pueden ser los inversores?

Como el mercado de potenciales compradores es tan escaso, es necesario ir un paso más allá «e saber cales son as motivacións verdadeiras que están detrás da compra», dice José Manuel Sánchez. Barajas recuerda el caso del Málaga, con un plantillón el primer año con el jeque y la posterior caída a los infiernos por no poder atender los compromisos económicos con el plantel adquirido. Por eso el profesor del Campus de Ourense recomienda «ser precavidos con las ofertas de dinero que vienen de fuera», explicando que no solo importan cuánto se paga por la compra de acciones, sino también saber «cuánto se va a invertir, y no solo ese año». Del mismo modo es importante conocer si se va a mantener el plan de viabilidad. 

¿Es el Celta un producto apetecible?

«El Celta puede ser un activo valioso», dice desde el conocimiento Ángel Barajas, que destaca el principio de prudencia que ha presidido todos los movimientos de Mouriño «para salvaguardar financieramente al club para seguir avanzando», una política que, recuerda, ha dado resultados «ya que en el club ha conseguido un ambiente que genera estabilidad y que se ha traducido en buenos resultados». Considera el economista con publicaciones sobre el mundo del fútbol que Mouriño tiene las cosas bien enfocadas y que Antonio Chaves «ha estado haciendo una labor muy buena. Los dos tienen muy claro cómo se deben hacer las cosas». Sánchez Santos también considera a los celestes un club «apetecible». 

¿Se puede cuantificar el precio del Celta?

Nadie se atreve a dar una cifra ni a tomar como ejemplo los 125 millones que ofrecían por el Las Palmas los chinos de Cederlake. Sánchez Santos habla de «unha conta da vella» pero ya avisa de que sería una cuenta demasiado simple. «Algo moi utilizado cando che preguntan canto pode valer unha empresa é mirar a conta de resultados e multiplicar os beneficios por 10 ou 15 en función do sector. Eso sería o mínimo». Para la temporada en curso Mouriño anunció una previsión de benefició de 12 millones de euros, lo que multiplicado por 10 elevaría la cifra a 120. Barajas considera que es un asunto del que se habla «a la ligera en muchas ocasiones, igual que de la valoración de los jugadores». 

¿Tiene un precio adicional comprar la mayoría de las acciones?

En el caso del Celta, Mouriño cuenta con el 52,8 % y ese porcentaje asegura al comprador hacerse con el control. Cuando esto sucede no es necesario entablar contactos con el 48 % de los otros accionistas e incluso la mayoría lleva añadido un premio económico en este tipo de operaciones. «Cuando se compra una empresa con la mayoría de las acciones se paga lo que se denomina una prima de control, digamos que pagas un precio mayor porque no es lo mismo tener un 48 que un 52 %», explica el profesor Ángel Barajas, que también presta atención a un dato relevante pero ajeno a la economía: «En el fútbol hay personas que son accionistas y por lo tanto son los propietarios de los clubes, pero luego está la masa social, los aficionados influyen mucho en las decisiones por la presión que existe si las cosas no van bien».