El delantero italiano firmó su vigésimo tanto en la Europa League, que sirvió a los vigueses para arañar un punto en Lieja
16 sep 2016 . Actualizado a las 13:48 h.En su segundo partido con el Celta y el primero como titular, Giuseppe Rossi tomó el testigo de Jonathan Aspas, el que hasta ayer era el último goleador celeste en competición continental del conjunto vigués con su tanto logrado allá por el año 2007. Para el italiano era su vigésimo gol en esta competición en la que ayer era el jugador con más experiencia en la misma entre los escogidos por Berizzo para el estreno en Europa League frente al Standard de Lieja. E hizo valer esa experiencia para convertirse en decisivo en el ataque vigués, escoltado por los inexpertos Naranjo y Pione Sisto.
Rossi, el último en incorporarse -fue el quinto de los fichajes del verano, llegado a Vigo en pleno parón de Liga -, fue ayer uno de los jugadores más destacados de un partido flojo por parte de los celestes. Para empezar, logró lo que durante unos minutos parecía el imposible: el gol del empate que a la postre serviría también para puntuar. Tras el tempranero tanto de los belgas en un pésimo inicio vigués, parecía que el duelo se iba a poner demasiado cuesta arriba para los visitantes. El gol del italiano cambió la tendencia.
El delantero -que ejerció como tal pese a que en teoría desde el club se había hablado de él como mediapunta-, aprovechándose de un error del meta local, envió a la red un disparo desde 30 metros que parecía fácil para el meta. No solo eso, sino que poco después dispuso de otra nueva ocasión en un disparo lejano a pase de Naranjo que esta vez sí pudo atajar el meta local.
Activo y con movilidad por todo el frente de ataque, el poco peligro que lograba crear el Celta pasaba por él. Trabajador y luchador, peleó cada balón y tiró de veteranía compensar la falta de experiencia de la mayoría de sus compañeros de equipo. En la segunda parte dispuso de otra de las ocasiones de gol más claras, que acabó estrellándose en el palo tras aprovechar una buena contra. La jugada, sin embargo, estaba invalidada por fuera de juego.
Con el paso de los minutos, Rossi fue acusando el cansancio y la falta de ritmo. Al borde del descuento fue sustituido por un Aspas al que Berizzo relegó ayer al banquillo seguramente pensando en el partido del domingo en Pamplona que guio ayer su política de rotaciones. Pero Rossi, sin firmar tampoco un partido brillante, aprovechó la oportunidad y demostró que está dispuesto a pelear por la titularidad en el equipo. Por ahora, es el fichaje que mejores sensaciones ha dejado.