«Nuestra identidad está en riesgo»

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

La afición expresa su preocupación ante la posibilidad de que el Celta caiga en manos foráneas

17 sep 2016 . Actualizado a las 17:31 h.

En el celtismo reina estos días el desconcierto por el futuro del club. Cuando la semana pasada Mouriño dejaba claro que su salida se aproxima y dibujaba tres posibles opciones, la afición expresaba su rechazo absoluto a la posibilidad de la venta. No solo renegaban de ella, sino algunos expresaban que tampoco contemplaban que el presidente fuera a elegir esa vía. Ahora que parece la más probable, la mayoría piden al máximo accionista que lo piense y que no llegue a consumar una venta que casi nadie ve con buenos ojos.

La marcha

Comprensión hacia la decisión de irse

La afición percibe desde hace tiempo signos de agotamiento en Mouriño Atanes. Partiendo del agradecimiento a su trabajo y del deseo generalizado de que siguiera, comprenden que se quiera echar a un lado. «Es lógico que esté cansado. Tiene cerca de 75 años y el puesto desgasta mucho», dice Javier Encisa, de Siareiros.net. También Luis Suárez, de Afouteza, ve «normal que no tenga más alicientes después de ver parada la ciudad deportiva», algo que muchos creen que le ha hecho especial mella. Brais Alonso, de Milladoiro, piensa asimismo que ha perdido la ilusión y entiende que el relevo es inevitable toda vez que «por desgracia, el hombre no puede ser infinito».

Las posibilidades

La venta, la peor de las tres opciones

Asumido que el tiempo de Mouriño en el club se acaba, nadie aprueba la opción de la venta. «De las tres posibilidades que él mismo planteó, para mí es la peor, pero entiendo que si quiere irse y ve que las restantes son inviables, tendrá que agarrarse a la que le queda», reflexiona Javier López, de Norte Celeste. Desde Morriña Celeste, Fernando Juncal ve normal que Mouriño «quisiera hacer negocio» y entiende la entrada de capital extranjero en el club, pero también señala hacia precedentes que le dan qué pensar. «Son sonados los casos de inversores extranjeros que solo traen malas noticias e incompetencia al club que compran», recalca. Para Suárez, «la venta a un grupo extranjero sería sin duda un error». 

Las alternativas

Chaves u otra persona de confianza para evitar la venta

Begoña Vázquez, de Sempre co Celta, es de las que más enérgicamente rechazan la llegada de un grupo inversor foráneo. Como alternativa propone que «si la familia no quiere hacerse cargo ni Chaves tampoco, se busque a otra persona de confianza de él que se quede al frente». Está convencida de que sería la opción que más agradaría a la afición y también la mejor para la entidad. Encisa, por su parte, insiste en el actual director general, pese a que este ya le comunicó a Mouriño que sus respectivas etapas celestes terminarían en el mismo momento, igual que comenzaron. «Supondría asegurar la continuidad de lo que hay, mantener el sentido común y continuar mejorando las cosas».

Expectativas

Confianza en el criterio del actual presidente

La mayoría inciden en su convicción de que Mouriño no va a vender a la ligera ni al primero que pase. «Para él no es solo una cuestión empresarial, también personal. Va a hacer lo que considere mejor para el club. Otra cosa es que luego salga bien, pero no creo que esto vaya a convertirse en un Valencia o un Málaga que se venda al mejor postor sin tener en cuenta nuestra idiosincrasia», desgrana Tomás Rodríguez, de Preferencia Celeste. También Juncal está seguro de que «no va a dejar el club en manos de gente alejada del fútbol y sin las competencias necesarias». Brais apela a que Mouriño «es un celtista de corazón que ha batallado lo que no está escrito por el Celta», de modo que en caso de que decida vender, él confía «al 100 % en su criterio». Juncal, por su parte, recalca que «estaba claro que no iba a regalar dinero al Celta, era una inversión y ha sido una suerte que además de un empresario, fuera un celtista presidiendo el club estos años».

Inquietudes

Temor y cierta decepción

Aunque Tomás comprendería una venta, admite que en su peña percibe otros sentimientos. «Hay enfado, poco menos que una sensación de traición entre algunos peñistas», revela. Algo parecido sienten en el Colectivo Nós. «Non nos gusta facer valoracións mentres non haxa nada confirmado, pero non poderiamos estar contentos porque iría contra o arraigo e a posta en valor do noso que defendemos», exponen. Begoña va más allá y le pide al presidente que recapacite en caso de que se esté planteando la venta: «Le pediría que si siente el cariño que dice hacia el Celta, pelee por otras opciones. Estamos muy preocupados porque nos arriesgamos a que el club pierda su identidad».

Exigencia de un nuevo convenio

El grupo municipal de la Marea de Vigo exigió ayer «que se redacte un novo convenio entre Celta e Concello ante a posibilidade de que o clube acade en mans de fondos de inversión ou grupos económicos estranxeiros».