Diez certezas y una duda

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

La pretemporada deja entrever el once de referencia de un Toto que solo alberga dudas en el centro del campo

15 ago 2016 . Actualizado a las 17:22 h.

La clave está en Fabián Orellana. Según dónde le sitúa Eduardo Berizzo, así se compone el Celta, sobre todo en el centro del campo. Al menos, esa es la conclusión a la que se ha llegado tras una pretemporada con nueve amistosos y 30.000 kilómetros en desplazamientos. Mucha exigencia y mucha probatura para un equipo que en una semana se estrena en Liga frente al Leganés.

El enganche

El puesto de Orellana es la llave del once. Jugando como enganche es como mejor rinde Fabián Orellana. Lo demostró ayer frente al Eintracht y lo había dejado claro la temporada pasada. Sin embargo, el internacional con Chile también es una opción válida para el costado derecho, donde habitaba con anterioridad, y el Toto todavía no parece tener muy claro dónde le ubicará. En función del lugar elegido, el centro del campo, y por lo tanto, el once, cambia.

El medio campo

Varias combinaciones. Ante el Eintracht fue el renovado Tucu Hernández el que salió como enganche. Berizzo confía en su capacidad, y el chileno ejerció como hombre más avanzado de un centro del campo en el que Marcelo Díaz y Daniel Wass ocupan posiciones más retrasadas. Por momentos incluso se ha visto a Wass -al que le gusta tirar hacia portería contraria- alternar con el Tucu en la zona de enganche. Sin embargo, cuando el Toto quiere meter un ritmo diferente y un toque anárquico al ataque, es a Orellana a quien hace viajar al centro.

Los nombres

Tres puestos a repartir. A priori, todo indica que Marcelo Díaz será un hombre fijo en el once titular. Y de entrada lo mismo debería suceder con Wass y Hernández. Sin embargo, si el Toto manda a Orellana a la mediapunta, uno de los tres no tendrá cabida en el centro del campo. Lo mismo que sucede con un Nemanja Radoja al que este curso le puede costar más que nunca rascar minutos. Por fortuna para Berizzo y sus jugadores, las tres competiciones exigirán rotaciones.

La defensa

Tres centrales, dos puestos. Hugo Mallo y Jonny volverán a ser los dueños de los costados del Celta. Su rendimiento, su experiencia y el tener interiorizados los conceptos de laterales carrileros que quiere Berizzo encajan a la perfección en el molde de los canteranos. En el centro de la defensa, sin embargo, la llegada de Facundo Roncaglia incrementa la competencia. Sergi Gómez y Gustavo Cabral demostraron el curso pasado que están más que capacitados para defender su territorio, pero Roncaglia no se conformará con el banco. Un centro de la defensa con los dos argentinos, Facundo y Gustavo, tiene visos de ser una realidad, con Sergi también como candidato a sumar muchos minutos. Más dudas rodean a día de hoy a Andreu Fontás y David Costas. El catalán todavía tiene que recuperar el ritmo tras un año en blanco y el de Chapela debe ganarse el puesto. La polivalencia de Roncaglia le permitirá sustituir a Hugo Mallo cuando el Toto lo considere oportuno.

El ataque

Aspas y dos más. La línea ofensiva céltica tiene a Iago Aspas como referencia. El de Moaña ganó la partida a Guidetti el curso pasado y este año va por el mismo camino, por lo visto en pretemporada. La incertidumbre está en las bandas. Berizzo ha empleado varios jugadores en los costados, si bien ante el Eintracht fueron Pione Sisto por la izquierda y Fabián Orellana por la derecha los que iniciaron el encuentro. Si El Poeta viaja al centro, Pione puede ocupar ese extremo, como demostró ayer, abriéndose un hueco en territorio zurdo para que Théo Bongonda se reivindique. Los minutos que acabe coleccionando John Guidetti, lo que suceda cuando Beauvue acabe de recuperarse, o cómo se organizará el equipo si finalmente llega el demandado diez, son incertidumbres que planean sobre el grupo. Lo mismo que el papel que puedan jugar jóvenes como Pape o Brais. En la portería a día de hoy no hay duda, manda Sergio.

Cinco victorias, un empate, tres reveses

Al igual que el verano anterior, el cuerpo técnico del Celta diseñó una pretemporada con diez amistosos que, por lo sucedido con el Pisa, se quedó en nueve, y que ha tenido resultados de todo color. Los célticos comenzaron perdiendo 1-2 con el Lugo apenas una semana después de arrancar la precampaña. Pusieron rumbo a Uruguay para ganar al Deportivo 0-2 en el derbi en Sudamérica, y a continuación perdieron 2-0 su enfrentamiento con el Nacional local.

De vuelta a la península, el equipo se desplazó a Portugal para enfrentarse al Valladolid y llevarse una victoria por 2-1. Luego, tocó hacer de nuevo las maletas para encarar la exigente gira italiana.

Contra la Fiorentina se vio al mejor Celta de la pretemporada con el premio de la victoria por la mínima, y en la siguiente parada, con el Pescara como rival, volvieron a imponerse los célticos por 1-2. En el trofeo del Sassuolo empataron a ceros con el Milan y ganaron al anfitrión; ayer llegó la derrota.