Brais irrumpe en el verano celeste

X.R.C. VIGO / LA VOZ

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Brais Méndez es el único jugador de categoría juvenil que está haciendo la pretemporada con el primer equipo

25 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Brais Méndez (Mos, 1997) regresa de Uruguay no solo con los deberes hechos, sino mereciendo el reconocimiento de Berizzo. Si el zurdo se estrenó ante el Lugo con el primer gol de la pretemporada celeste, en el Gran Parque Central de Montevideo demostró calidad, visión y asociación con sus compañeros.

Brais es el único jugador que procedente de categoría juvenil se ha sumado al periplo estival del primer equipo. «Es impresionante compartir vestuario con Hugo Mallo o Aspas», comentó antes de regresar a Vigo. Sin embargo, el mosense no es ninguna sorpresa. En su día no pasó desapercibido para el Villarreal, en cuyas categorías inferiores estuvo dos temporadas después de que los castellonenses se lo llevarán del Santa Mariña. De regreso a casa el Celta lo incorporó a su cadete de División de Honor.

El media punta ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección española y en principio su sitio para su primer año sénior es la Segunda B a las órdenes de Alejandro Menéndez en el Celta B. Sin embargo, Berizzo se ha fijado en él: «Es un jugador que hasta muscularmente ha crecido, puede significar para nosotros una alternativa válida. Ha crecido también a nivel de madurez, algo que ya demostró en el partido con el Lugo».

Por el momento el argentino le está dando confianza y minutos. Salió de cara ante el Lugo y nada más ponerse la contienda en marcha su carta de presentación fue un golazo. El sábado, en un partido que sembró dudas sobre la unidad B, Brais se convirtió en lo más rescatable de la contienda. Porque fue capaz de dibujar dos pases entre líneas de los que hacen daño (uno para Borja Iglesias y otro para Aspas), se atrevió con una falta (aunque salió centrada) y en todo momento buscó el contacto con el balón, ofreciéndose entre líneas, predispuesto siempre a tener influencia en el juego de ataque del equipo. Y captando también la exigencia defensiva que se requiere para poder jugar en este Celta.

A nivel personal también ha dado un paso adelante. Parece más maduro, con las ideas más claras y con el objetivo de poder acceder al primer equipo en la cabeza. Uno de los grandes hándicaps que Brais Méndez puede encontrarse es la superpoblación de la media punta en el Celta, una posición en donde coincide la mayoría del talento ofensivo vigués.