La Copa América más celeste

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Díaz, Orellana y Hernández celebraron el título de campeones continentales

28 jun 2016 . Actualizado a las 16:37 h.

El Celta tiene en sus filas a tres campeones de la Copa América Centenario. Marcelo Díaz, Fabián Orellana y Pedro Pablo Hernández se alzaron en la madrugada del lunes con el título continental tras vencer en la tanda de penaltis a Argentina. Fue la segunda Copa América consecutiva para los chilenos y la primera para Orellana y Hernández, que habían estado ausentes de la lista de Jorge Sampaoli en la anterior ocasión.

El Celta partía como el equipo que más jugadores aportaba al combinado chileno, aunque la participación de los tres célticos en la competición ha sido dispar.

Si algún celeste encadenó minutos vestido con la camisola roja, ese fue Marcelo Díaz, el motor de la selección chilena. El mediocentro fue el hombre elegido por Juan Antonio Pizzi para la sala de máquinas siempre que estuvo disponible, ya que, como le sucedió al Tucu, las lesiones, aunque de menor consideración, se cruzaron en camino en la Copa América. La prensa de su país no dudó en halagar el trabajo y la veteranía del futbolista, que solo pudo disputar 28 minutos de la final debido a la doble amarilla que recibió. Una final a la que el Chelo llegó tras recuperarse por la vía rápida de unas molestias musculares, pero que no quiso perderse bajo ningún concepto.

De los tres célticos que tiene Chile en sus filas, Marcelo es el que más currículo acumula como internacional. De hecho, es un jugador indiscutible en el equipo y una de las almas de la selección. Ayer, tras la resaca de la celebración, el mediocampista envió a los chilenos una emotiva carta través de las redes sociales en las que dedicaba a los más humildes la copa. «Esta selección representa a toda es humilde gente chilena que día a día se levanta muy temprano a trabajar para poder llevar comida a sus hogares, a esa gente que pasa frío, muchas veces pasa hambre; hay otros que no tienen un techo donde dormir, gente que no tiene ropa para poder vestirse, personas que dan la vida por conseguir un bienestar para sus familias. Ustedes se lo merecen más que nosotros». Y continuaba Díaz subrayando que «celebren y disfruten porque su sacrificio está puesto en cada balón que disputamos. Celebren y disfruten porque somos bicampeones de América».

Hernández y Orellana

Aunque Díaz fue el que más protagonismo en el torneo, no fue el único céltico que compitió. Pablo Hernández se perdió el arranque de la copa por sucesivas molestias y cuando Pizzi contaba con él se quedó a las puertas de disputar la final debido a un esguince de rodilla. El céltico estará de baja alrededor de seis semanas, por lo que, al igual que sucedió en su primer año en Vigo, no podrá realizar la pretemporada completa con el grupo.

En el caso de Orellana, aunque la alegría del título es inmensa, queda por ver si su participación en le deja alguna herida. Pizzi confió en El Poeta en los primeros compases de la competición; lo probó como enganche y partiendo de las bandas, pero el futbolista resolutivo que es en el Celta no apareció con Chile y su protagonismo fue mermando hasta convertirse en uno más en el banquillo. Orellana acabó desaparecido y ahora deberá recomponer Berizzo la confianza del que posiblemente fue el jugador más desequilibrante del Celta la pasada temporada.