Fabián Orellana, la cara y la cruz

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Thearon W. Henderson | AFP

El enorme rendimiento que el atacante ofrece en el Celta no tiene su reflejo en la selección chilena; contra Argentina jugó media hora a un nivel muy discreto

08 jun 2016 . Actualizado a las 18:45 h.

Fabián Orellana solo consigue exprimir su magia a este lado del Atlántico. Vestido con la equipación roja de Chile el atacante del Celta no alcanza el rendimiento ni el protagonismo que ha ofrecido a las órdenes de Eduardo Berizzo. Tras varios amistosos en los que no se reivindicó, El Poeta disputó sus primeros minutos oficiales en la Copa América Centenario y el resultado no fue el que ansiaba, ni a nivel colectivo ni en el plano individual. 

De «intrascendente» calificaba el portal ESPN la aportación de Orellana a la selección de Juan Antonio Pizzi en el enfrentamiento ante Argentina, que acabó con victoria albiceleste por 2-1 con asistencia del céltico; y como «bajo partido del Histórico» resumía Terra Chile su intervención. Bien es cierto que el gris papel del céltico no fue un caso aislado. Su selección se dejó por el camino la intensidad y la presión que le llevó a ganar la Copa América el año pasado y el combinado de Martino le superó. 

Ante los argentinos, Pizzi, que todavía no ha conseguido que su equipo respire el fútbol que pretende, decidió dejar en la banqueta a Fabián. Fue en la segunda mitad, tras la lesión de Eugenio Mena, cuando el céltico pisó el césped de Santa Clara. Pero no lo hizo apostado en la derecha o como enganche, sino que se situó en el costado izquierdo, una zona de la que no acostumbra a partir en Vigo y en la que no se encontró cómodo. A pesar de ello, tuvo en sus botas una ocasión clara para empatar el partido cuando marchaba 1-0. «Pudo cambiar el trámite, y de paso enterrar la añeja leyenda del Histórico, pero su volea se fue suave a las manos de Romero. Poco más hizo», destacaba La Tercera

El cambio de posiciones

Orellana no encuentra su sitio en la Roja, y quizás uno de los motivos que el propio seleccionador tiene dificultades para encontrarle acomodo. Ante Jamaica, partiendo desde el costado derecho, no rindió como se esperaba; frente a México también le confiaron la banda diestra y el resultado tampoco contentó a los seguidores chilenos, y contra Argentina le tocó arrancar desde la izquierda. «Aunque mostró su movilidad habitual, no logró dar la sorpresa que requería La Roja para desordenar a su oponente. Terminó perdiéndose entre los centrales argentinos», se podía leer en la crónica de T13

Aunque a lo largo de su trayectoria deportiva Orellana ha jugado en casi todos los puestos ofensivos, Berizzo ha dado con la tecla en el Celta al encomendarle la posición de enganche, que favorece que el Poeta pueda hacer valer su movilidad y desde ahí desplazarse por todo el frente del ataque. Además, no duda en retrasar su puesto para conectar mejor con el centro del campo o quemar metros para ayudar en defensa, algo que sigue sin funcionarle bien con Chile. «Debía darle mayor peso ofensivo por las bandas al equipo, pero nunca se pudo juntar con sus compañeros», le definían en ESPN.  

Marcelo Díaz continúa quemando minutos

Mientras Fabián Orellana necesita reivindicarse para pelear por la titularidad con Chile, Marcelo Díaz ya la tiene asegurada. El centrocampista es uno de los jugadores clave de la Roja y ante Argentina disputó de nuevo los 90 minutos. El jugador del Celta vive una situación similar a la de Nolito, tras estar parado durante semanas a causa de una lesión, ahora afronta el torneo con sus selección en un pico de forma ascendente. Esto, sin embargo, no impidió que el mediocampista firmase un discreto papel ante Argentina.

La presión que ejerció el equipo de Martino acabó ahogando el centro del campo de Chile, y aunque el Chelo intentó asumir el control y darle salida de balón, su trabajo se quedó a medias. «Nunca pudo tomar el control del partido», destacó La Tercera sobre uno de lo últimos fichajes del Celta.