«El Toto era un niño travieso, pero muy buen chico»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Visita de dos cruceristas cruzalteños a sus vecinos Berizzo y Marcucci

23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Sabíamos que estaba acá y la campaña que está haciendo y cuando en el itinerario del viaje aparece que veníamos a Vigo nos acordamos que era en donde está el Celta y el Tottito. Por eso nos quedamos con la idea de hacer una escapada y saludarle, y la verdad es que nos vamos muy contentos». Quien lo comenta es Miguel Ángel Faraoni, quien en compañía de Enrique Ficosecco se plantaron en la mañana de ayer en A Madroa para darle un abrazo a Berizzo y a su segundo, Ernesto Marcucci.

Los cuatro tienen en común que son vecinos de Cruz Alta, un pueblo de algo más de 7.000 habitantes de la provincia argentina de Córdoba. Miguel Ángel y Enrique llegaron a Vigo en un crucero y tan pronto pusieron sus pies en tierra firme se montaron en un taxi con destino a A Madroa y a la conclusión de la sesión, y tras llevarse algún tropezón, se fundieron en un abrazo con sus dos vecinos que rigen los destinos técnicos del Celta.

Enrique Ficosecco, profesor de profesión, fue compañero docente en el mismo centro que la madre del Toto, y ayer rememoró las historias del Berizzo niño. «Conozco al Toto de chiquito. Su madre fue profesora, yo estudié profesorado y trabajaba con ella en la misma escuela. El Toto de niño era travieso, pero muy buen chico, una persona muy honesta. Siempre ha sido muy querido por todos. Su papá, que falleció en un accidente, era hincha de Boca acérrimo y él es más hincha de Newell`s que de otra cosa».

Los dos crualteños coinciden en decir que el Toto es muy querido entre sus vecinos. «Es uno de esos muchachos muy queridos, en el pueblo hay otro compañero que fue de él a Newell`s y los dos son de esas personas espectaculares que en donde te ven te saludan y van a estar con vós». Y sus paisanos saben que las cosas le van bien a este lado del Atlántico.

Con el Toto hablaron «de todo un poco en Vigo». También con Marcucci, el segundo entrenador, vecino del mismo pueblo, con quien se fotografiaron después de que el cuerpo técnico le regalasen sendas camisetas. A cambio, Miguel Ángel y Enrique le dieron «fuerza» para «la Champions, porque la otra (la Europa League) está más cerca». Y antes de subirse al taxi de regreso al barco, dejaron un mensaje para el celtismo: «Aprovéchenlo porque es muy buena persona y muy buen entrenador».