El Sporting ha llegado a este punto de la Liga en una situación muy delicada y para ellos es clave sumar en casa, hacerse fuertes en su campo para dejar escapar el mínimo de puntos posibles y tener posibilidades de lograr el objetivo de mantener la categoría. Sin duda creo que ellos se juegan más que el Celta, aunque los dos tengan un objetivo que perseguir. Aunque los vigueses vayan a tener también la presión por clasificarse para Europa después de tanto tiempo sin conseguirlo, es otra motivación, es una presión bonita, no tiene nada que ver con la lucha por la permanencia y la ansiedad es muy diferente.
Espero un partido igualado, como casi todos a estas alturas de la Liga, y como es propio de dos equipos para los que hay tanto en juego. Son dos estilos muy diferentes, el Celta jugando muy abierto y con grandes jugadores en ataque que pueden hacer mucho daño. El miedo a perder va a estar muy presente.
Aunque sea complicado, deseo que los dos consigan sus objetivos a pesar de lo que ocurra en este partido. Sabíamos que el Sporting lo iba a pasar mal, porque cuando ya de por sí vas justo y además no puedes fichar, es normal acabar metido en el pozo. Pero a nadie del equipo se le puede poner un pero y dando el 200 % en lo que queda aún pueden lograrlo. Para el Celta lo veo más factible, pero también hay mucha igualdad en esa zona de la tabla entre varios equipos y el que sea más regular será el que lo consiga.
Recuerdo el primer partido que jugué contra el Sporting con el Celta, que ganamos con Djorovic marcando el primer gol de falta. Era la primera vez que salía de casa, con 23 años, y fue un partido especial. Hasta me puse nervioso, cuando yo no soy nervioso para nada. Es una situación extraña, una experiencia rara, pero también muy bonita. Les deseo lo mejor a los dos equipos en el final de temporada.
Sergio Fernández fue jugador de Sporting de Gijón y de Celta