El Celta B se sitúa colista después de once partidos sin ganar y el día que solo alinea a tres canteranos

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Los vigueses han sumado cinco de los últimos 33 puntos dispustados

09 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el 15 de noviembre del pasado año cuando el Celta B ganó por última vez. Al Sporting B por 1-0. Desde entonces han pasado 11 jornadas y de los 33 puntos en juego el filial vigués solo ha sido capaz de sumar cinco en otros tantos empates (cuatro de ellos en Barreiro). Semejante serie le ha llevado a colocarse como colista el mismo día que Alejandro Menéndez afrontaba su primer partido como técnico y confeccionaba una alineación en donde únicamente había tres jugadores formados en la cantera del Celta en el once: Kevin, Alende y Borja Fernández. Seguramente para darle cabida a los cuatro fichajes de invierno que ha realizado el club: Riera, Gus Ledes, Adri Cuesta y Pedro Martín.

El Celta B es el patito feo de la estructura deportiva del conjunto vigués desde hace un lustro. Nunca ha podido vivir tranquilo en Segunda B y en dos ocasiones ha dado con sus huesos en Tercera (rescatado en una ocasión a cambio de 265.000 euros para comprar la plaza en la categoría de bronce). Ahora corre el riesgo de que sea la tercera. Después de 24 jornadas (con 14 por delante) el equipo vigués está a cuatro puntos de la promoción de permanencia y a otros tantos de la salvación que marca en estos momentos el filial sportinguista.

En esta involución el equipo se ha ido desnaturalizando hasta reducir a lo testimonial la presencia de hombres de la casa. De hecho, el domingo había tantos en el once del primer equipo como en Segunda B, tres.

Llama también la atención que el considerado tercer delantero del primer equipo, y que podría viajar a Barcelona, Borja Iglesias, inicie el partido en el banquillo en detrimento del recién llegado Pedro Martín.

Con este escenario, y pese a las bajas, la contienda del sábado con el Guijuelo se antoja fundamental. Y sin margen de error.