En un año difícil, el mosense se reivindica con una buena actuación en Sevilla
06 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En un año difícil para la portería del Celta, la única noticia positiva de la ida de las semifinales de Copa del Rey la puso Rubén Blanco, que disputó su mejor partido con el primer equipo de los últimos tiempos. Quizás desde su irrupción en la recta final de la campaña 12/13 cuando fue uno de los protagonistas del milagro de la salvación. En el Nervión sacó un par de manos prodigiosas, se atrevió a salir y desvió un penalti. «Estoy contento por la actuación pero si no es para ayudar al equipo a conseguir la victoria no puedes estar feliz», sentenció en su reflexión del día después.
Rubén intervino en siete ocasiones en el partido del jueves, parándole una pena máxima a Gameiro y repeliendo, estando con los pies dentro de la portería, un cabezazo a bocajarro con el 0-0 en el marcador. Estos dos lances le dieron confianza y le permitieron salir en los balones aéreos, algo poco usual en los últimos tiempos en los porteros del Celta. En total hizo tres paradas, pero no pudo evitar recibir cuatro goles. En todos ellos estaba vendido. «Jugar partidos y hacer las cosas bien claro que ayuda a ganar confianza», comentó el mosense reconociendo la arista positiva de su participación en el partido del Nervión.
El canterano está viviendo un año difícil, salpicado de lesiones (en el Ciutat de Valencia en la primera jornada de Liga que le tuvo parado casi dos meses y en el Calderón en la Copa) y de errores de bulto. En ese sentido reconoció que el curso estaba resultado difícil a nivel personal: «No está siendo una temporada fácil para mí, porque he sufrido una lesión y una expulsión, pero en líneas generales estoy contento con el rendimiento que he ofrecido».
A partir de la próxima semana a Rubén, también a Sergio, se le abre un nuevo escenario en la portería del Celta al acabarse la Copa (con independencia de jugar o no la final), pero el guardameta no considera que su situación haya cambiado con respecto a la antesala de la Copa: «Me veo igual que al principio de temporada. Al final trabajo todos los días para ser titular, cada vez que juego intento hacerlo lo mejor posible», negando que la política rotaciones en la portería que en determinados momentos ha puesto en liza Berizzo pueda crear confusión en un puesto tan concreto: «Al final esto es igual que un jugador de campo. Somos dos en la posición y es bueno que haya competencia para estar en el once».
Para el futuro inmediato, parece que todo seguirá igual, con Sergio Álvarez jugando en Liga y con Rubén en la Copa del Rey. Después del próximo jueves dependerá de la decisión final del Toto Berizzo.